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De acuerdo, aún no se ha celebrado el cumpleaños de Lisa.

De acuerdo, Jennie regresará, ¿ahora qué? Ni siquiera puedo pensar que me quitaran el brazalete pacíficamente, puesto que la fiesta aún no termina. Lo más probable es que le den más vuelta al asunto para que me quede aquí, como hasta ahora.
Para poder escaparme de aquí, necesito encontrar al gato negro con la llave. Manoban miraba con desprecio a todos sus "invitados". Qué chiste que sea un gato dentro de todas las cosas. Esto es una m.. Esto es... ¿Esa es Jennie?. La figura conocida de su protegida se veía entre la gente, esperando contra una pared y una flor algo fofa en la mano, debido al ambiente demoníaco.

Manoban y Jennie hicieron contacto visual.
La castaña le sonrió cerrando sus ojos.
Quiero celebrar su cumpleaños.
Necesito llegar a ella.

Manoban se levantó del asiento y salió corriendo hasta Jennie, ante la mirada sorprendida de los demonios, a una velocidad sobrehumana.
Frenó de golpe frente a ella, apoyando su mano a un costado de la pared, tomándola por sorpresa y acorralandola.

—¿Qué estás haciendo?— molesta. —¿no tenías que ir a casa? ¿Dónde está ese inútil de Min?

—Yoongi está en el baño.— Se sonrojó por la cercanía.

—Se supone que debería llevarte a casa.

—No haré eso. —se aferró al traje de Lisa, ocultando el rostro en su pecho. —Jen quiere ir a casa contigo, Lisa.— el corazón de Manoban comenzó a latir a mil. Apoyó su mano en la cabeza de la castaña y la pegó más a ella.

—... Juntas... —susurró —Entonces, si haremos eso... —se puso algo nerviosa, hacer eso podría ser arriesgado para Jennie, mas sintió que ésta se aferró más a su pecho. La castaña estaba asustada y ella no permitiría eso.—Lo entiendo, iremos a casa. ¡Atraparé al gato, haré lo que sea por ti, sólo espera un minuto.!

—¿Gato? —Yongsun y los invitados habían escuchado eso.—¿Quién es esa mujer?

Jennie se separó lo suficiente como para verla a la cara—¿Te refieres al Señor gato? —Lisa asintió y la jovencita bajó la vista hacia su costado, cosa que la demonia imitó. Ahí, en el suelo, el gato se encontraba durmiendo a los pies de Jennie.

—... ¿Por qué está aquí? —Lisa puso pokerface.

—Lo encontré en el salón y me siguió hasta aquí. —se agachó y lo tomó, alzandolo frente a su rostro. —El Señor gato también puede venir con nosotros, ¿verdad? —Lisa sonrió y tomó su brazo.

—¡Corre Jennie!

—¡¿Eh?! —Manoban comenzó a correr, llevando a la castaña consigo. Los demonios del lugar le habrían paso, pues ellos no podían interferir ante una Duquesa.

—¡Yoongi-nim! ¡Lisa-noona está escapando! —mas sí podían dar aviso de esto a Min.

—¡Cierren la salida! —Yoongi volvia justo a tiempo del baño.

—¡Jimin! ¡¿Qué estás haciendo?! —bramó, cuando en el camino se encontró con el rubio sirviéndose de un gran platillo.

—¿Eh? ¿Lisa? ¡Jennnie! ¡Es una adulta!

—¡Nos vamos a casa!— Salieron hasta un balcón.

—¡Eso es lo más lejos que iras, Lisa! —se detuvo en el borde al escuchar a Yoongi detrás de ella. Volteó a verlo.— No hay lugar para escapar. Tus poderes de demonia están sellados, no puedes volar y no puedes volver a casa, ríndete. —sonreía con burla. — ¿No te das cuenta? Si sigues cuidando de esa mocosa, se convertirá en tu debilidad. Deberías dejarla de lado y regresar aquí. —Jennie frunció el ceño. ¿Estaba debilitando a Lisa?

Una flor para una demonia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora