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Despertó en su cama y lo primero que vino a su mente fue —¡Hoy es el cumpleaños de Jen!

Salió corriendo a toda velocidad y entró al cuarto de Lisa con la intención de despertarla. —¡Lisa, despierta! ¡Hoy es el cumpleaños de Jen!— mas al entrar, Jimin ya estaba acomodando el abrigo de invierno que le acababa de poner.

—¿No te digo siempre que golpees antes de entrar?

—¡Estás despierta! ¿A donde vas?

—Lisa~ ¿Ya estás lista?— Jisoo apareció por detrás de Jennie.

—Oh, Jichu.

—Buenos días, Jennie-ssi~—entró al cuarto, llegó a Lisa y pasó su brazo por sus hombros. —Lo siento, pero tendré que robartela por este día.— Lisa empujó su brazo

Entró también —¿A dónde van?

—A la ciudad.

—¡Jen también va!

Kim se puso a su altura. —Mira, Jen-ssi, hay veces en que las mujeres necesitan tener una conversación adulta.

—¡Jen también va!

—¿Estás escuchando?

—Jennie, tienes deberes que hacer,¿verdad?— Manoban intervino.

—¡Entonces iré cuando acabe mis deberes!

—Va a nevar.

—¡Seguro estoy bien con la nieve ahora! Estuve bien cuando salí ayer.

—Ah, tienes razón, saliste ayer después de todo.

—¡Sip!— Parecía orgullosa de sí misma.

—Sin decircelo a nadie, saliste tú sola.— Sonrió con los ojos cerrados, pero no parecía una sonrisa sincera. —Me hiciste perder bastante tiempo~—
Jennie dejó de sonreír al captar la ironía en la voz de Lisa. —¡Como castigo, vas a ser obediente y vas a quedarte a estudiar en tu habitación!— Jennie abrió la boca tanto como pudo y el aire se atoró en sus pulmones.

[...]

—Ah, tal vez fuiste muy dura con la joven.

—Tú estabas siendo muy paciente y ella estaba muy persistente. Perderíamos tiempo.

—Bueno, es normal. Hoy es el primer día celebrando su cumpleaños. ¿No es natural que quiera estar contigo?— Lisa se mantuvo mirando por fuera de la carroza sin responder. —Bueno, al menos ahora nos podemos tomar el tiempo para elegir su regalo.

[...]

Jennis se recostó sobre su escritorio, totalmente desanimada.

—Jen, presta atención a la clase.— Jimin trataba de enseñarle.

Es verdad, Lisa sólo decidió la fecha de mi cumpleaños, nunca dijo que lo fuera a celebrar conmigo.

—¿Jennie?— Insistió.

—Okey okey— Se enderezó y se puso en ello. —eras la única emocionada, qué tonta, Jennie... —susurró para si misma.

[...]

—¿Qué pasa, hermana?

—Esa mujer— miró disimuladamente hacia afuera de la tienda. —lleva años mirando las flores.— el joven azabache miró también —parece que surgiera un aura maligna de ella.

—¿Qué pasa con esa cara? ¿Va a comprarlas o a ponerlas en una tumba?— Sí, ambos hablaban de Lisa, quien miraba seria las flores que estaban en venta.

Una flor para una demonia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora