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Está extrañamente tranquila hoy.

Lisa se levantó de su cama esa mañana y comenzó a vestirse.

Tengo un mal presentimiento.

Abrió la puerta de su habitación. —¿Hm?— Había algo en el suelo. —Una flor... ¿Y una carta de invitación?— Se agachó y tomó ambas, la flor se marchitó de inmediato. —¡¿No les dije que no iba a ir?!

Manoban apareció en la sala con expresión seria.

—Eh, Lisa, buenos días. ¡Estas tan malhumorada como siempre!— Saludó Jisoo. Sí, ella aún seguía de "visita".

—¿Por qué de repente estás en mi casa?

—¡Es obvio, porque somos amigas del alma!— A pesar de ser una demonia venida del mismísimo infierno, Jisoo destilaba brillantes por todo el cuerpo.

—¿Quién es una amiga del alma? Fuera de mí casa, eres demasiado brillante, idiota.

—¡Estoy aquí para ayudar a Jendeukie!~— Canturreó.

—¿Ayudar?

—Dijo que iba a hacer flores que puedan ser tocadas por demonios. Serán la decoración para la fiesta de té.— De hecho, ella estaba haciendo algunas en ese momento. —La única que piensa tanto en ti, se te está escapando. Atesórala.— Soltó de la nada.

Manoban tomó una de las flores, esta no se marchitó.

[...]

—¡¡Liz, buenos días!!— Una alegre Jennie apareció en la sala con una flor en la mano.

—¿Has terminado las clases?— Manoban despegó la vista del libro que leía.

—Sí.— Su rostro entristeció. Se dirigió al sillón en frente de Lisa, donde se encontraba Jisoo y se sentó a su lado. Esto sorprendió a la pelinegra.

—Eh...Jendeukie, no hay nadie sentado al lado de Lisa. Normalmente, peleas por sentarte ahí.— Comentó Kim.

—Está bien.— La castaña estaba cabizbaja. —Jen hará lo que diga Liz y será un buena chica que tendrá cuidado de no tocar a la gente.

—¿En serio? ¿Ahora? Es una buena actitud a tomar.— Felicitó Manoban despreocupadamente.

—¡¿De verdad?!— La ilusión volvió a su rostro al sentir la aprobación.

—Sí, en serio.— Volvió la mirada a su libro.

Jennie observó la flor de papel que traía en su mano. —... Esto..— Miró a Jisoo. —...quiero que la tengas.— Le extendió la flor.

—¿Eh?— A la pelimarrón la tomó por sorpresa. Lisa alzó su vista al frente, su atención puesta en esas dos. Kim tomó la flor. —Wow, esto me hace muy feliz~ (aunque me esté usando como una sustituta de Lisa)— Pensó. —¡Gracias, Jendeukie!.— La pequeña le mostró una brillante sonrisa. Lisa seguía observando la escena, seria. —¿Qué tipo de flor es?

—No lo sé, sólo lo copie del libro y...— Ambas enfrascadas en su propio mundo, hablando sobre los diferentes tipos de flores que habían creado. La expresión de Lisa se volvía cada vez más sombria y molesta. ¿Por qué mira de esa manera a Jisoo?

Justo así, Jennie de repente dejó de intentar acercarse a mí.

—¡Lili! ¡Mira lo que dibujé!— Lo mostró desde lejos. No puedo verlo bien.

A la hora de la comida, se sentaba en el otro extremo de la mesa. Lejos...

Ahora, despertaba silenciosamente. Sin nadie a mi lado...
— Ama Manoban, su té de la mañana está aquí...Aunque ya no es temprano ni de mañana.—Jimin sólo me levantaba a mis horarios...Jennie lo hubiera hecho más temprano...

... pero todas las mañanas, lo único que espera por mí al otro lado de la habitación, es una flor.

Así es como debe ser. No tendré que preocuparme por hacerle daño.

—¡Hice una muy bonita!

—¡La mía también está muy bien! —
Jisoo y Jennie se encontraban en el patio haciendo flores de papel, nuevamente, en su propio mundo.
Kim se acercó a centímetros de Jennie y colocó su flor de papel tras su oreja. —Te queda muy bien.

Pero ¿por qué mi corazón protesta?

¡¡PAM!!

—¡AY!— Jisoo acabó tirada y desmayada en el suelo. Manoban le había lanzado su libro por la cabeza. Jennie la miró confundida. ¿Por qué lo golpeó esta vez?

Pensando en ello... Ha parado de seguirme desde que ha crecido y ya no es una niña pequeña.

Lisa caminaba por los pasillos de la mansión. Pasos se escucharon en ecos y una flor de papel pasó rodando entre sus pies.
— ¡Aah! ¡Espera!— Jennie apareció corriendo tras ella, pero se detuvo abruptamente al ver que casi choca con Manoban y trastabilló hacia atrás, cayendo al suelo.

— ¿Qué estás haciendo?— Lisa la tomó del brazo para ayudarla a pararse.

—¡Liz!... Un, bien, la flor salió volando....— Hablaba algo nerviosa y apresurada. —...por el viento...— Miró su brazo siendo sostenido por la demonia y rápidamente se zafó.

—Ah- —Lisa quedó muda e impactada. Jennie dio pasos hacia atrás y se alejó aún más.

—Lo siento...— Murmuró apenada. —...tuviste que tocarme...— La mirada que Manoban le dio no se pudo descifrar. ¿Enojada? ¿Triste? ¿Confundida? ¿Frustrad? ¿Qué quería transmitir?

—¿No he rechazado la fiesta de té? ¿Por qué insistes con las flores?— Se dio la vuelta y se fue.

[..]

— Jendeukie, ¿atrapaste la flor?— Jisoo la esperaba en la mesa del patio. Jennie llegó cubriendo su rostro —¿Jendeukie?...

—No tiene sentido hacer flores. Lo sé ahora...De todas formas, Lisa no va a venir. ¡La estaba esperando! Pensé que si dejaba de tocarla, y si era una buena chica, Lisa aferraria su mano otra vez. ¡Pero no sirvió de nada! Lisa unnie no quiere tocarme. ¡Me odia!— Jisoo se levantó y posó su mano en el hombro de la pequeña, verla así la afligía. —¿Qué debo hacer, Jisoo? Duele... Duele.— Sollozó.

¿De qué estoy sorprendida? Esto es resultado de haberla alejado de mí, probablemente.

No lo sabía.
No me había dado cuenta de que perderla sería algo tan horrible.
Tengo miedo de ser tocada por Jen...
Aah, todavía... ¿Por qué...Por qué yo...?

















...







Una flor para una demonia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora