Una flor para una demonia.

22

Lisa besó a Yongsun. Al separarce, ésta limpió sus labios.
Lisa se mostró confundida. ¿Por qué pidió el beso si se lo iba a limpiar?

—Apúrate y casate conmigo, Lisa.

La demonia se molestó —Lo que dices y haces es completamente distinto. No tienes interés en mí.

—No es verdad. —sonrió —Claro que tengo interés, ¿Cuánto poder seré capaz de ganar si me caso con la gran demonia Manoban Lisa? —se dirigió a la salida. —Bien, te veo en la fiesta.
Manoban bufó molesta.

Tenías una prometida, Lisa. Jen no sabía nada de eso.

[...]

Jennie y los hermanos se encontraban ya en la habitación. La primera, sentada en la cama, se veía totalmente desanimada.

—¡Está todo bien, Jendeukie! Ella tiene una "prometida" pero en realidad es algo arreglado, como lo mío con Jisoo. —Rosé trataba de animarla. —Generalmente, tenemos un prometido desde que nacemos. Incluso Él tiene uno—señaló a Yoongi. —¡Así que, animate!

—¿Qué quieres decir con "incluso"? —murmuró Min, molesto.

Jennie alzó la vista. —¿Ah? Jen está bien. —su voz no decía lo mismo.

—Mmm... ¡De acuerdo! —Rosé tomó las manos de Jennie. —Nos escabulliremos en la fiesta —Min abrió los ojos como platos, ¿qué pensaba hacer con su "prisionera"?. La castaña la miró con sorpresa —¿Quieres celebrar el cumpleaños de Lisa?

—¡¡Sí!!

—¡¡No bromees, te dije que es un rehén!! —¿por qué nunca lo escuchaban?

—Si te preocupa, entonces ven con nosotros. Sólo miraremos desde la distancia sin llamar la atención. —Ah, pero siempre lo escuchaban. Que a veces no le dieran importancia es otra cosa.

—Sin llamar la atención dices. Si una mocosa como esta se cola en la fiesta, ten por seguro que será descubierta.

—Entonces... Si puede que noten a una niña, la convertiré en adulta.

—¿En adulta?

—Tomé esto de la casa de Lisa. —la demonia mostró el frasco con la pócima.

—Pero... Le prometí a Lisa que ya no la usaría.

—Estará bien. No vas a encontrarte con ella. Estaremos detrás de cámaras. —En pocas palabras, cuando el gato duerme...

Jennie dudó un momento...

Pero Jennie es Jennie.
Si es solo por un momento, estará bien.

Luego de conseguir un poco de ropa para la muchacha y de que Rosé se arreglara, ambas se colaron a la fiesta junto con su chaperon, Yoongi.

Min no paraba de mirar a Jennie. No podía creer que esta joven bien vestida y de buena imagen sea aquella niña piojosa y molesta.

—Jendeukie, ¿qué es esa flor? Parece muerta.—Jennie sostenía en su mano la flor para Manoban.

—Cuando la traje aquí, se marchitó. Se la daré a Lisa cuando termine la fiesta.

—Oigan, miren, Lisa va a entrar al salón.

Un gran "Ooooohhhh" hizo barullo por todo el salón.
Ahí estaba la Duquesa Manoban Lalisa. Su expresión mostraba supremacía y arrogancia, pues, el mundo estaba a sus pies. Vestida con un gran traje negro y un sobre todo decorado con plumas negras, al igual que la diadema que traía en su cabeza. En su mano, unos guantes blancos. Sostenía su bastón negro que daba otro toque de elegancia. Todo el mundo aplaudía su magnificencia.
Caminó hasta llegar al asiento que se ubicaba en la punta y se sentó.