Extra 2, parte uno
Seis años después
(un año después del epílogo)Hoy. Hoy era el día. Se casaría con el amor de su vida.
Alice pensó que podría morirse de los nervios mientras se miraba en el espejo. Ya estaba maquillada y con el vestido puesto. Solo faltaban unos minutos para hacer su entrada y eso la tenía de los nervios.
Comenzó a entrar en pánico por si algo salía mal, su respiración se convirtió en errática y se le nubló la vista.
Ashley y Anna, quienes eran las damas de honor, y estaban terminando de arreglar a Char, se dieron cuenta del estado de Alice.
Terminaron con Char, quien aún no se había dado cuenta de cómo se encontraba su mamá, por lo que comenzó a observar el vestido de su madre con la boca abierta de la impresión.
El vestido de Alice era sencillo, un corset de encaje y una falda lisa que tenía un tajo en una de sus piernas. Lo mejor de todo era la espalda, donde el encaje se lucía totalmente ante la piel de Alice.
—Mamá, ¡pareces una princesa!
—Alice, tienes que calmarte. Respira hondo y evita llorar para no arruinar tu maquillaje -dijo Anna, abanicandola con sus manos.
Ashley tomó la mano de Char y habló. —Vamos linda, vamos con mi hermano. Así tu mami se termina de arreglar antes de comenzar.
Al llegar al cuarto donde Nathan estaba con los chicos, Char gritó. —Papiii, mamá parece una princesa.
Nathan sonrió ante las palabras de su hija. —¿Sí? No puedo esperar para verla.
—Sobre eso… -comenzó Ashley.
—¿Qué pasó? ¿Ella está bien? –la cortó Nathan.
Ashley suspiró. —Ni el día de tu boda dejas de interrumpirme. Como sea, como te estaba diciendo antes de que me interrumpieras. Ella está bien, solo está nerviosa.
Nathan abrió la boca para hablar pero la organizadora de la boda lo interrumpió. —Vamos, vamos. Todos a sus puestos, ya debemos empezar.
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Unos minutos después, Jason tocó la puerta de la habitación de Alice y entró.—Mi princesa, te ves hermosa. –dijo con un hilo de voz y lágrimas en sus ojos. —Nunca pensé que este día llegaría tan pronto, pero siempre supe que cuando llegara iba a ser con Nathan. Estoy muy orgulloso de ti.
Alice lo abrazó, intentando contener las lágrimas. —Gracias papá.
Jason se separó del abrazo aclarándose la garganta. —Ahora vamos, que tu futuro esposo está por morir de los nervios.
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Angel ©
RomantikAlice y Nathan. Al contrario de lo que pensaban los medios, no se habían dedicado a nada parecido a lo que se esperaba. Ambos habían construido sus reputaciones fuera de la sombra de sus padres, y era tan común verlos juntos que la prensa ya no se m...