cero | como un ángel

1.5K 87 19
                                    

Prólogo

Hace 19 años, 27 de marzo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hace 19 años, 27 de marzo.
Cumpleaños número 4 de Alice.
Los Ángeles, California

Chandra y Jason estaban festejando el primer cumpleaños de su princesa. Si bien cumplía 4 años, este año había sido el primero en qué Chandra y Jason pudieron hacer coincidir las agendas para estar libres, siempre uno de los dos no se encontraba en casa.

Habían invitado a pocas personas: los abuelos de Alice, Charles junto a Megara y su pequeño Nathan, Pierre junto a su esposa y el pequeño James, Daniel y el pequeño niño que había adoptado Dean.

Alice aún no conocía a ninguno de los niños por lo cual se sentía nerviosa, le había costado hacer amigos en el jardín pero ahora tendría una nueva oportunidad.

Los invitados comenzaron a llegar y a saludar.

—¡Tío Dan! –chilló Alice cuando vio a su, secretamente, tío favorito junto a un pequeño niño.

—Hola Ali. Este es Dean, mi hijo. Ven campeón y saluda a tu nueva amiga.

El pequeño niño le sonrió a Alice para luego decir con dificultad. —Feli cumpleados A-Alice.

Alice sonrió con simpatía. —Gracias.

A lo lejos pudo escuchar como la puerta se cerró, está vez un poco más fuerte. Alice miró hacia allí para ver a su tía Megara y a su tío Charles con un niño.

Sonriendo a Daniel y al pequeño Dean, dijo. —Iré a saludar.

Al caminar hacia donde ellos se encontraban se dió cuenta que el niño que estaba con sus tíos no dejaba de mirarla, y eso la hizo sentir nerviosa pero no llegaba a incomodarla.

—Ho-hola tía –la pequeña Alice saludo a Megara.

—¡Hola preciosa! Feliz cumpleaños, ¿cómo la estás pasando? –dijo Megara con su tono cariñoso.

Alice sonrió y sus ojitos se iluminaron. —Muy bien. Papá y mamá me regalaron una muñeca y unos libros. ¿Sabes que te llamas igual a la chica de Hércules?

Charles se rió y Alice posó su vista en él.

—Oh, hola tío –dijo sonrojándose por la manera fija en la que este miraba entre ella y el niño que había llegado con ellos.

—Sí, lo sé. Bueno preciosa, este es mi hijo Nathan –dijo Megara señalando al niño que no dejaba de mirarla con la boca abierta.

Alice le dio una pequeña sonrisa. —Holaaa.

Nathan no dijo nada, seguía con la boca abierta y pestañeando como si no pudiera creer lo que estaba viendo.

—¡Alice! Ven a saludar a Pierre y a James –gritó su padre.

—¡Voy! –gritó y salió corriendo hacia Jason.

Nathan, como si esa situación fuera lo que lo activó, se dio vuelta hacia sus padres.

—¿Estoy muerto? –preguntó.

Charles y Megara se miraron con confusión.

—No cariño, ¿por qué lo preguntas? –preguntó Megara.

—Entonces, si no estoy muerto, ¿por qué hay un ángel en la casa?

Charles sonrió entendiendo la situación. —¿Alice es bonita verdad?

—No es bonita...

—Entonces por qué.... –Megara no pudo terminar la oración porque Nathan la interrumpió.

—Es hermosa como un ángel.

----------


Horas más tarde, los pequeños, quienes habían congeniado bien, estaban jugando a las escondidas. Mientras sus padres hablaban de lo que había pasado los últimos meses.

En esa ronda le tocaba contar a Nathan, por lo tanto en cuanto él comenzó a contar Alice salió corriendo a esconderse detrás del árbol que había en su patio trasero.

A lo lejos pudo escuchar un "¡pica!" por parte de James. Y cuando se giró a mirar se dio cuenta de que Nathan estaba cerca pero aún no la había visto.

Dándose vuelta para volver a su lugar, pagada al árbol, intentando calmar los nervios y su respiración rápida con una mano en la boca, cerró los ojos.

Pudo sentir a alguien acercándose y pegó un grito en cuanto algo le tocó el brazo.

Nathan, quien era la persona que se estaba acercando, al escuchar el grito se dio cuenta de que Alice estaba respirando rápidamente y mirando con los ojos abiertos a su brazo donde caminaba una araña. Se apresuró a quitar el insecto de un manotazo y abrazar a Alice, en un intento de calmarla.

—Ya, ya está ángel. Ya estás a salvo, siempre lo estarás conmigo.

Quién hubiera adivinado que ese abrazo fue solo el comienzo de tantos abrazos que esos dos niños compartieron. El inicio de una asombrosa amistad.






 El inicio de una asombrosa amistad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola, holaaa!!!

Más emocionada que la mierda por esto. Espero que les guste tanto como me gusta a mi.

Nos vemos el viernes de la semana que viene con con primer capítulo rockstars.

Abrazo de oso,

Agosto.

Angel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora