Extra uno
Unos meses después del tour.
Alice, Nathan y Char se encontraban de camino a la casa de los padres de Nathan. Alice le había pedido a sus padres que también vayan para decirles algo importante.
Si bien las familias se conocían hace bastante tiempo y esperaban que sus hijos algún día estuvieran juntos, nunca insistieron.
Chandra al enterarse de esta cena pensó que su hija podría estar embarazada y, cuando se lo comento a Megara ella enloqueció de felicidad. Por otro lado, Jason era un padre celoso y Charles solo esperaba que todo estuviera bien.
Al llegar a la casa, Alice sintió su estómago revolverse de los nervios, de repente ya no era tan valiente. Nathan al darse cuenta la tomó de la mano.
—Tranquila, todo estará bien, deben estar esperando esto hace muchos años.
Alice asintió, tomando la mano de Char y caminando hacia la entrada. Al tocar fue Megara la que abrió la puerta.
—Oh, ¡hola niños!. Pasen estamos preparando la cena con Chan. Los chicos están en la sala viendo viejas carreras –dijo mientras se hacía a un lado para dejarlos pasar.
Char al escuchar que su abuelo estaba allí salió corriendo mientras gritaba. —¡Abuelo abuelo!
Nathan se rió de su hija y abrazó a su madre para adentrarse en la casa.
Alice llegó a la cocina y saludó a su madre, quien estaba cocinando.
—Hola ma.
—Hola hijita, ¿cómo estás? ¿Está todo bien? ¿Debería preocuparme? –la atacó Chandra con preguntas.
—Woah, sí. Todo está bien, no hay nada de qué preocuparse.
—Bien. ¿Me dirás el por qué nos estamos juntando para que tú y Nathan nos digan algo? –preguntó esta vez Chandra levantando una ceja.
—Lo diremos luego de la cena.
------------
La cena transcurrió tranquila, con conversaciones de cómo les había ido en el tour, de cómo Alice estaba terminando de corregir un nuevo libro. O al menos fue así hasta que Char habló.—¡Mami, mira terminé todo!
Jason se atragantó con el agua que estaba tomando y Charles le daba palmadas en la espalda mientras él intentaba deshacerse de la tos. Chandra y Megara abrieron los ojos como platos, se miraron y sonrieron.
Alice y Nathan no sabían qué hacer, no esperaban decirlo de manera tan abrupta.
—¿Me pueden explicar que carajo dijo Char? –dijo Jason en tono de padre enojado.
—¡Jason Richardson! Hay una niña presente, no digas esas cosas. –le dijo Chandra con una mirada severa.
—Emmm… bueno, nosotros… –tartamudeo Alice.
—Yo les digo ángel. Muy resumidamente le pedí a Alice que sea mi novia y aceptó, tuvimos una charla con Char y llegamos a la conclusión de que podría decirle mamá a Alice porque de ahora en más lo será.
Charles miró a su hijo con orgullo. —Me alegro por ustedes, ¡ya era hora!. Pensé que me haría viejo esperando esto.
—¡Papi! Tengo que ir al baño –interrumpió la pequeña Char.
—Ya vuelvo ángel. Vamos calabacita –dijo Nathan dándole un beso en la cabeza a Alice y tomando de la mano a su hija.
Alice rodó los ojos ante el apodo.
—¿Qué sucede? –preguntó Megara.
—Él continúa llamándome ángel y no quiere decirme el por qué.
—Oh, es sencillo. –comenzó Megara. —La primera vez que te vio, fue en tu cumpleaños de cuatro años. Para ese entonces, Nathan ya tenía cinco y cuando tú viniste a saludarnos él no artículo una sola palabra. Solo se quedó mirándote. Cuando te fuiste preguntó si estaba muerto, Charles y yo al no entender le preguntamos por qué. Y él respondió que había visto un ángel, dijo que eras hermosa como un ángel. Lo tienes cautivado desde la primera vez que se conocieron.
Alice la miró perpleja. —¿Me-me estás diciendo la verdad?
Nathan llegó en ese momento. —Lo hace ángel, aún recuerdo ese día.
Alice se sonrojo por completo. —No sé qué decir.
—No tienes que decir nada, solo saber que siempre has sido tú –dijo Nathan dejándole un beso en la cien.
*suspiro*
Jason te amo y te extrañaba tanto.
Un extra innecesario pero quería volver a traer a estos personajes y mostrar unos momentos de dinámica familiar.
Mañana subiré el extra 2 divido en dos partes, rockstars.
Abrazo de oso,
Agosto.
ESTÁS LEYENDO
Angel ©
RomantizmAlice y Nathan. Al contrario de lo que pensaban los medios, no se habían dedicado a nada parecido a lo que se esperaba. Ambos habían construido sus reputaciones fuera de la sombra de sus padres, y era tan común verlos juntos que la prensa ya no se m...