Hola soy Emilia Alonso Morselli, hija de Fernando Alonso y Linda Morselli.
Durante 18 años estuve en el anonimato, pero cuando decidí entrar a la universidad a estudiar comercio internacional y adunas eso cambio.
Le dije a Mick que al final si ira y el me dijo que estaba bien, que el estaría al pendiente de su teléfono por cualquier cosa.
Al final Mick estaba haciendo mucho por mí, ahora solo tenía un problema, ¿Cómo iba a salir de la casa sin que Ricc y Max se dieran cuenta?
Estaba en mi cuarto, así que decidí darme un baño y ponerme ropa cómoda, justo cuando estaba por salir para irme con Carlos alguien toco mi puerta-
¿Puedo pasar? – dijo Mick del otro lado de la puerta
Si adelante –
Se que no sabias como salir de aquí – dios, ¿este hombre me lee la mente o qué? – así que les dije a los chicos que iríamos por un helado, creen que estamos saliendo por que pasamos mucho tiempo juntos – reí
Gracias en verdad Mick, no se como agradecerte todo lo que haces por mi –
No te preocupes, todo sale de corazón, pero bueno vámonos que se hace tarde para tu cita con tu enamorado –
No es mi enamorado Mick, en sí, no es nada mío –
Ok, lo que la señorita diga ¿nos vamos? – asentí con la cabeza y salimos.
Íbamos en el McLaren de Ricciardo, ya que le había dicho que, si nos lo prestaba, la idea de Mick y mía era que el me dejara en el lugar que me había dicho Carlos y mas tarde pasara por mí, y así fue, el me dejo en el lugar, que era un restaurante y se fue.
Al llegar al restaurante me preguntaron que si ya tenía reservación y era algo que no sabía, así que le hable a Carlos para preguntarle y me dijo que si, que era mesa para 2 a nombre de Carlos Sainz.
Me pasaron a la mesa y mi teléfono sonó 2 veces, lo cheque y un mensaje era de Mick diciéndome que todo saldría bien, pero que por cualquier cosa el estaría al pendiente y el otro era Carlos diciéndome que estaba buscando estacionamiento.
No paso mucho y vi a Carlos acercarse a la mesa.
Hola, perdón por la tardanza no encontraba lugar para estacionarme – dijo mientras se sentaba
Hola, no hay problema, ya estás aquí –
Buenas noches, yo seré su mesero esta noche, gustan ordenar ya o les doy más tiempo – dijo un joven que claramente era el mesero
Yo solo quiero una copa de vino de la casa por favor – dije y Carlos volteo a verme
Yo necesito más tiempo, pero tráigale a la señorita lo que pidió – dijo Carlos
Lo siento, pero solo podemos vender la botella – nos dijo el mesero muy amable
Entonces traiga la botella – dijo Carlos alzando un poco la voz
Por favor – le dije yo y el mesero se fue
¿Qué te pasa?, el solo hace su trabajo y para que me citaste Sainz ¿De qué quieres hablar? –
Es sobre nosotros Emilia – dijo y no pude evitar reír
¿Nosotros?, Carlos no hay un nosotros –
¿Y el beso? ¿Ahora si quieres hablar del beso?, ¿Qué esperas que te diga?, solo fue eso, un beso, aparte no debería importarte tienes novia ¿no? –
Si, tengo novia, igual que la tenia cuando te bese, y pareció no importarte –
Por favor Carlos, yo no sabía que tenías novia y claro que me importo, 4 meses fueron los que me fui y nunca tuve un mensaje tuyo ¿Por qué Carlos?, esto no llevara a nada – dije y el mesero llego con la botella de vino y las copas
Solo déjala yo la sirvo - dijo Carlos
Gracias – dije yo
Tengo novia Emilia ¿Qué esperabas? Que te mandara un mensaje diciendo "me encanto el beso hablemos de él" –
Es lo que hiciste, justo hoy después de cuatro meses – dije y tenia tanto coraje de que fuera tan déspota que tenía ganas de llorar, pero no lo dejaría que me viera así – así que ya Sainz, dime, para que me querías y acabemos con esto.
Emilia me gustas –
No Sainz –
Es verdad, desde aquel beso no eh podido dejar de pensar en ti –
Por dios Sainz, ¿Te das cuenta? TIENES NOVIA, ¿A dónde quieres llegar por que ya me estoy cansando –
Dame una oportunidad –
Estas mal Sainz, y de verdad lo siento mucho por tu novia, ojala abriera los ojos y se diera cuenta de el patán de novio que tiene –
Es por el verdad – dijo e hice cara de no saber de que hablaba – es por Mick. El es tu novio ahora.
¿Y si así lo fuera que?, tienes novia, enfócate en ella, y ya que esto no llegara a ningún lado, me voy, yo no tengo nada que hablar contigo – hice una seña al mesero para que me diera la cuenta y poder pagarla.
Yo pago – dijo Sainz.
No gracias, yo pedí la botella, yo pago, no valla a ser que después me hables para hablar de la botella que me compraste – dije eso y me levanté a seguir al mesero.
Mientras el mesero me cobraba le hable a Mick para que pasara por mi a la puerta del restaurante.
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