Capítulo 24

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Alex seguía de pie en medio del salón tratando de controlar su respiración, intercambiando mirada con sus invitados esperando que alguno explicara el motivo de su no tan agradable visita.

––Y bien, ¿qué ha sucedido ahora? –– preguntó quitándose el abrigo y guindándolo en el perchero, el interior del departamento estaba muchísimo más cálido que fuera del mismo.

––Hay un par de cosas de las que tenemos que hablar –– le explicó con tranquilidad Scivi.

–– ¿Y no era mejor esperar a mañana? –– volvió a interrogar dirigiéndose a la cocina por un vaso de agua con la mujer siguiéndole.

––Qué va, mi amiga necesitaba hablar contigo, le ha costado no venir antes –– le dijo Adiutor divertido desde el sofá.

––El punto aquí, es que nos hemos enterado de varias cosas que nos han inquietado –– dijo ella con algo de enfado.

––Así de grave es el asunto que los ha inquietado –– dijo en broma –– vale, el asunto es serio, ¿de qué se han enterado?

–– ¿Es cierto que tienes en tu poder una caja que contiene valiosa información? –– preguntó de sopetón Adiutor.

–– ¿No te han enseñado a ser un poco más prudente? –– intentó retrasar su respuesta, pensando en la opción más lógica.

––No, es mejor ir directo al grano. Entonces, ¿dónde está?

–– ¿Dónde está qué?

––Mira niño bonito, no me colmes la paciencia –– le dijo comenzando a irritarse –– ¿dónde está la caja?

–– ¿Cuál caja? –– le respondió intento no reírse por lo rojo que estaba Adiutor, era divertido y muy fácil hacerlo irritar.

––Alex por favor, necesitamos ver que hay dentro de la caja –– intervino Scivi, si seguían así no terminarían nunca.

––Siéntense, la voy a buscar –– murmuró caminando hacia su habitación.

–– ¿Qué crees que contenga la caja? –– Preguntó Adiutor mientras se sentaban –– ¿estás bien? –– volvió a preguntar a su amiga al no obtener respuesta.

––No creí que nos llevara tanto tiempo todo este asunto –– dijo derrotada.

––Siempre hemos sabido que no sería fácil.

––Lo sé, pero, ¿Qué pasa si no lo logramos? –– por primera vez Adiutor no tenía una respuesta positiva para su amiga.

Alex apareció nuevamente interrumpiendo la conversación ––Aquí tiene la famosa caja, que a decir verdad, parece más un cofre –– les dijo mientras la dejaba en la mesa del centro.

––A.P, es de Audrey –– comentó incrédula Scivi mientras la abría y sacaba lo que guardaba.

Tal como lo hizo en su momento Alex, lo primero que vieron fueron las fotos, pero cuando llegaron a la del bebé intercambiaron por unos segundos miradas muy significativas para volver a centrarse en su investigación, Alex ignoró aquello. No le tomaron tanta importancia al collar ni al anillo pero si a las cartas, cuando terminaron de leer las que ya estaban fuera de sus sobres.

–– ¿Por qué esta está en blanco? –– preguntó Adiutor en el sobre en sus manos.

––Sé lo mismo que tú, ¿quién les ha dicho que tenía la caja?

––Decirnos, decirnos, no lo ha dicho, lo ha insinuado. El hombre que estuvo aquí.

––Pero, ¿es qué ustedes conocen a todos o cómo es?

La Maldición de los Pines [Completa] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora