Mi Endeble Corazón

11. Anuncio importante

Capitulo 11

Me despierto cuando siento mi teléfono vibrar sobre la mesa de noche que está al lado de la cama, tengo el sueño extremadamente ligero, así que soy capaz de despertarme con cualquier ruido por muy mínimo que este sea.

Yo solo lo ignoro mientras me estiro en la cama y trato de abrir mis ojos, se que ayer me desperté en esta misma cama y con esta hermosa chica, pero igualmente es muy extraño despertar en un lugar al que no estás acostumbrado.

Ella aún está profundamente dormida, se ve tan linda y tranquila, que siento paz de solo observarla, un rayo de luz que pasa a través de la ventana de la habitación golpea su cara, y su cabello se ve aún más castaño de lo que es, y confirmo una vez más que está chica es increíblemente preciosa.

Beso su frente y me levanto de la cama, cierro las cortinas de la ventana, y la dejo seguir descansando, debe estar realmente agotada.

Me dirijo al baño de la habitación para darme una ducha y cepillarme los dientes, luego de eso voy a la cocina para preparar el desayuno.

Ya en la cocina vuelve a vibrar mi teléfono y está vez contesto, y hablo mientras cocino.

—¿¡Tu quieres que me dé un ataque, verdad!?— Es Pau, como siempre gritando por el teléfono.

—¡Ya cálmate! Aghh, ¿No tuvimos esta misma conversación ayer?— Sueno cansado.

—No se que mierda estarás haciendo, pero no es para nada común que duermas fuera de casa, y menos 2 días seguidos.

—Ya te dije que estoy con un amigo.

—¡Un amigo mis huevos Axel!— me vuelve a gritar.

—Jajaja, ¿Cuáles huevos?— me burló de ella.

—¡Los huevos que te voy a sacar si no vuelves a casa en este instante!

—Okey okey, dentro de un rato llegaré a casa, solo cálmate, ¿Si?— le digo tratando de tranquilizarla.

—Me voy a calmar cuando llegues aquí— Se toma un respiro —¿Acaso no conoces tu posición Axel? Esto es algo nuevo de tí, nunca habías hecho esto antes.

—Si lo sé, lo sé, lo siento, ¿Sí? Cuando llegue a casa te explicaré todo.

—Eso dijiste ayer y no llegaste, tus primos están desde ayer en la casa y cada que me ven preguntan por tí— me informa Pau.

—¿Mis primos? ¿Ezequiel y las gemelas están en la casa?— Hay una clara confusión en mi tono.

—Sí, están aquí desde ayer, ¿Leonardo no te dijo?— parece confundida también.

—No, Ese estúpido habla hasta por los codos, pero lo importante no me lo dice— Doy un suspiro —¿Y que hacen mis primos allá?

—Dicen que tienen que informarte de algo, y quieren hablar contigo— me responde Pau.

Estoy confundido —¿Informarme de algo? Bueno no importa, cuando llegue hablaré con ellos

—Espero que sea pronto, sabes que son muy intensos y ya estoy cansada de lidiar con ellos— se oye frustrado.

—Jajaja está bien, pronto volveré— le digo entre risas.

Aurora se aclara la garganta atrás de mi —Buenos días madrugador, ¿Que estás haciendo?— está recostada del marco de la puerta.

—¿Quien es? Se escuchó como una mujer, ¿Con quién estás, Axel?- me dice Pau a través del teléfono.

Mierda —Nadie, me tengo que ir, chao.