Capítulo 33
Axel
Algo está mal...
Esa frase se repite constantemente en mi cabeza y no la puedo sacar. Ha pasado ya mucho tiempo y no sé nada de las chicas, llamé varias veces a Aurora y me mandaba al buzón de voz, hice lo mismo con Pau y me daba el mismo resultado.
Mis manos comienzan a sudar y tengo el presentimiento de que algo malo pasó. Me acerqué a hablar con Ezequiel pero no me dijo nada tampoco, solo que había hablado hace poco con Paula y que aún no habían salido del hotel.
Me estoy comenzando a desesperar, tal vez estoy exagerando las cosas pero sinceramente no puedo controlar este sentimiento de angustia que tengo en mi pecho. El ensayo comenzó hace un rato, y todo estaba marchando normal pero noté que no estaba Caitlyn.
Asumí que no asistiría ya que de todas maneras ella solo es una invitada, no tenía obligación de asistir a los dos ensayos, está vez divisé a unos cuantos familiares más y entre ellos estaban unos cuantos primos.
Leo se acercó a decirme que me relajara un poco porque me veía muy tenso, mordí el interior de mi mejilla y le di una mirada poco amigable, se que el no tiene la culpa de nada pero cuando alguien me dice que me calme me pongo aún peor.
Estoy delante de la puerta principal con los brazos cruzados y mi mirada en el suelo esperando a ver quién llega, ya parezco el portero. En este pasillo que lleva al salón principal hay varias decoraciones y pinturas, y algunos palos de golf colgados en la pared. No sé muy bien porque pero es cierto que le dé un toque elegante.
Escucho el crujido de la puerta y alzo mi mirada rápidamente esperanzado de que sea esa chica de ojos bonitos, pero todo rastro de esperanza en mi rostro fué reemplazado por incomodidad y un poco de rabia al ver a Caitlyn acompañada de dos de mis primas y una chica que no conozco. Ella me vió y no me dijo nada solo me dió una arrogante sonrisa de lado y pasó caminando tranquilamente al frente de mi, fruncí mi ceño por aquella acción y sentí mi corazón detenerse al ver a una de mis primas caminando detrás de ella con el rostro arañado.
Todas mis alarmas saltaron y mi mal presentimiento se intensificó al instante. Estaba a punto de gritarles y llamar su atención para hablar con ellas pero el sonido de mi celular me detuvo.
Lo saqué del bolsillo de mi pantalón y en el identificador de llamadas pude ver el nombre de Pau, una oleada de alivio recorrió mi cuerpo al ver que por fin se contactaba conmigo. Conteste rápidamente, pero todo ese alivio que sentía se esfumó al instante de solo escuchar su voz.
—Axel, algo pasó...— La voz de Pau al otro lado de la línea se oye temblorosa y un poco melancólica, y esas simples palabras fueron suficientes para que me dieran ganas de vomitar de los nervios.
—¿Qué pasó...?— Mi voz es casi un susurro, como si lo que sea que me iba a decir Pau no tuviera ganas de oírlo.
...
Ira... Furia... Enojo... Decepción... Molestia... Irritación...
Llámalo como como quieras, pero esos eran los únicos sentimientos que se repetían una y otra vez dentro de mí y no me dejaban pensar con claridad. Cuando Pau terminó de hablar no le respondí nada, simplemente bloqueé mi teléfono y lo metí en mi bolsillo.
Mi mente está completamente nublada y lo único que veo es rojo. Solté aire por la nariz con exasperación, siento absolutamente todos los músculos de mi cuerpo tensos ahora mismo, apreté mis dientes hasta el punto que rechinaban entre sí. Cerré mis ojos por un momento y troné todos los dedos de mis manos y moví mi cuello a los lados tronando también los huesos del mismo, abrí mis ojos y baje mis manos con furia, las apreté al punto de sentir mis uñas clavarse en las palmas de mis manos.
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Mi Endeble Corazón
Novela JuvenilExiste un dicho que dice "Los hombres no deben mostrar debilidad alguna" y esta frase le queda perfecta a Axel. Ser el hijo menor de una gran familia de empresarios, modelos, actores y deportistas, es mucho más complicado de lo que parece, y más si...