Advertencia: Spoilers de los últimos capítulos del manga.
Thousand Winters
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Kagura observó la determinación que tenía su Takemichi, estaba feliz de que haya vuelto a ser como era. Verlo postrado en esa cama de hospital, vendado por los golpes que le dió Mikey la dejó muy destrozada.
Si tan solo hubiera estado en esa pelea...no hubiera terminado así, era lo que pensaba constantemente la pelirroja.
—¡Crearé mi propia pandilla, Kagura-Chan! ¡Y traeré a Mikey-kun de vuelta!— exclamó el rubio de ojos azules desconcertando por un momento a la pelirroja para luego hacerla sonreír apoyando su idea.
—Puede que me pelee muchas veces con ese enano pero nadie debe terminar en ese camino— se levantó poniéndose al lado de su novio— ayudaré a traerlo de vuelta, así como muchas veces él nos ayudó sin recibir algo a cambio, así que...déjame estar en tu pandilla Michi— Kagura amplió su sonrisa.
El Hanagaki no podía creer lo que escuchó, porque tampoco supuso que pasaría eso.
—¿Eh?
—Ya estoy bien en el futuro, ¿no?, entonces no pasará nada. Es hora de dejar de ser a la que siempre tienen que salvar y ahora...¡Ayudaré a traer a ese enano de vuelta!—
Takemichi nuevamente no pudo decir nada contra eso.
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Chifuyu casi se le cae la mandíbula de tanto abrir la boca por la impresión.
—¿¡QUÉ DEJASTE QUÉ!?—
—No pude decirle nada...—murmuró avergonzado el viajero del tiempo.
Y no ayudó en nada que su novia estuviera por ese lugar y se juntara con ellos.
—Hola Chifuyu~— saludó risueña.
—¡Kagura-chan no puedes estar en la pandilla, será peligroso!— advirtió Chifuyu a lo que Kagura solo rodó los ojos sin darle importancia.
—El tercer miembro no puede decirle nada al segundo— respondió ella.