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—¿Segura que estas bien?—
Con escuchar esa voz, Stella se sobresalta levantando su rostro que se encontraba recostado en sus rodillas, y mira muy desorientada a su alrededor. No sabía en qué momento se había quedado dormida.
Sus amigos no pudieron evitar mirarla con preocupación, esas ojeras debajo de sus ojos estaban muy pronunciadas.
—Te vez terrible— dijo Wakasa mirando a la rubia sin dejar de comer su paleta.
—Oye, sé más amable— regañó Benkei, siendo ignorado por el otro.
Shinichiro quien hace un momento dejó de arreglar la moto que le regalaría a Manjiro por su cumpleaños, se acercó a su novia.
—¿Es por tu trabajo? ¿La editorial te está haciendo escribir mucho?— preguntó a su novia, se había asustado que de la nada la chica se halla dormido y encima de esa manera.
Stella se estiró debido a la mala postura en la que había caído dormida haciendo crujir sus huesos.
—Ojalá haya sido eso, pero no lo es Shin— respondió después de unos segundo, dirigió una sonrisa cansada al pelinegro— solo no he podido dormir bien en estos días.
—Ya lleva varios días así, sabes que puedes decirme todo lo que te sucede—
—Lo sé, es solo que ni yo lo entiendo...—
—No me digas que estás viviendo cosas paranormales— se metió en la conversación Takeomi, regresando al lugar después de botar su cigarrillo— eso estaría de locos.
—Si grabáramos algo seríamos famosos y si somos famosos, habrá dinero ¡mucho dinero!—
—Aveces me preguntó por qué somos amigos— negó con la cabeza Benkei escuchando loa tonterías de Wakasa y Takeomi.
Stella olvidó el sueño que tenía comenzando a reír por las estupideces de sus amigos, Shinichiro solo negó pero terminó riendo al escuchar la risa de su novia.
Después de un rato se reanudó la conversación.
—Mi trabajo no tiene nada que ver pero está saliendo perjudicado con esto, el estar con sueño no me deja pensar bien ni las ideas llegan a mi cabeza— contó mirando a todos.
—¿Desde cuándo estás así?— preguntó Wakasa.
—Desde a finales de Julio— respondió Shinichiro— fueron algunos días que ella no podía dormir bien.
—Shin tiene razón, solo que desde que comenzó agosto que esto a empeorado, suelo despertarme en las madrugadas y ya no puedo conciliar el sueño. Si logro dormirme solo suelen durar unos minutos, es horrible— frunció el ceño muy molesta.
