VIKTUURI
Amo a mi facción: Erudición, casa de sabios y conocedores, portando siempre este azul tan elegante que representa toda nuestra grandiosidad. Un azul tan pulcro e intimidante como nuestras mentes ¿Cómo no estar orgulloso de eso? ¿Cómo no a...
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POV YUURI
Ha pasado un mes desde la última reunión. Esa noche tan fatídica para Abnegación, pues los representantes eruditos expresaron por primera vez de manera abierta el apoyar los rumores que se han lanzado contra nuestra facción, y exigieron de la manera más odiosa y arrogante (como solo ellos pueden hacer) el que Abnegación expusiera reportes semanales sobre los víveres que se entregan a cada facción y los que se destinan para los abandonados.
Es una estupidez pues cada mes se entregan reportes así durante las reuniones, el que las entreguemos semanalmente no probará nada.
Además, no entiendo esos rumores ¿Quién consideró la remota posibilidad de que hayan víveres escondidos en la facción? Por culpa de eso cada vez es mayor el acoso que sufren los abnegados, y como es natural, ellos solo bajan la cabeza con sumisión, sin intentar defenderse o el siquiera reaccionar ante los malos tratos.
Antes se limitaban a llamarnos "estirados" y hacer uno que otro comentario burlón sobre nuestro estilo de vida, pero ahora empiezan a ser comentarios más agresivos acompañados de pequeños empujones. Lo he notado más que nada en el instituto, donde osados amenazan con lanzarse a los golpes si no decimos donde guardamos la buena comida, veraces que piden a gritos que admitamos que tenemos autos, fruta fresca y grandes cantidades de carne a escondidas de todos, eruditos que lanzan improperios e incitan a los osados a ser violentos.
— Quítate del camino, estirado. — Alguien me empuja con fuerza provocando que pierda el equilibrio y termine estampándome contra la pared. Aprieto los dientes, la furia nubla mis sentidos y lo único que quiero hacer es gritar.
Me pongo rápidamente de pie, decidido con lo que voy a hacer. Tal vez no gane, pero tengo que intentar partirle la cara a ese osado estúpido.
— No sé lo que piensas poder hacer, pero no. — Escucho la voz de mi mejor amigo a mi lado y me siento tentado a ignorarlo para continuar, pero una mano en mi hombro me detiene. — Sé que estás enojado, pero la violencia no es la solución, solo empeorarás la imagen de Abnegación.
Suspiro derrotado y miro a mi mejor amigo. Pichit ha sobrellevado bastante bien el acoso, de hecho pareciera que no le importa en lo absoluto. No es mi caso, pues a mi me hierve la sangre cada vez que escucho los groseros comentarios que los demás lanzan. Es raro porque yo nunca me he considerado una persona violenta o irritable, pero tal vez esta situación esta revelando una faceta mía que no conocía.
— Es solo que todos son unos estúpidos ¿Por qué creen todo lo que Erudición dice? ¡Son puras mentiras! — Pichit solo asiente mientras me guía hacia el comedor, no sirve de nada el que me queje, esto continuará hasta que Marcus pruebe que todo es mentira, pero será complicado porque incluso él está siendo acusado por maltratar a su hijo Tobias (¡Otra falacia!).
— Como sea ¿Por qué vamos al comedor? ¿Qué no nos toca "Historia de las facciones" en el segundo piso? — Digo ya un poco más calmado mientras me sigo dejando guiar por mi amigo.
