Capítulo 14 "La paz previa a la tormenta"

57 12 19
                                    

POV YUURI

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

POV YUURI

Abro los ojos lentamente y por un momento me siento desorientado, no reconociendo la habitación en la que me encuentro ni los cuerpos dormidos que yacen en literas a mis lados. Después de unos pocos segundos sin comprender, termino por recordar por qué estoy aquí y de inmediato mi mirada se dirige hasta donde escuché a Viktor sollozando la noche anterior.

Como la mayoría en la habitación, Viktor duerme plácidamente y mi corazón se encoge, pues aunque la traición sigue doliendo, lo que más quiero es acercarme hasta ese bello hombre para despertarlo y peinar tiernamente ese enredado cabello plateado, producto de toda las vueltas que dio angustiado en la cama.

Un suspiro involuntario escapa de mi boca; incluso con los ojos un poco hinchados y rojizos, y la mancha de saliva seca en su mejilla, sigue luciendo precioso.

— Yuuri... — Una voz a mi lado me sorprende y doy un pequeño brinco que hace rechinar la vieja cama. — Debes de ser más firme que esto. Después de todo, te traicionó.

Pichit me mira desde su litera, con una ceja alzada y molesto ¿Y cómo no?

— Lo sé, simplemente... No puedo dejar de quererlo de una noche para otra. — Musito y en respuesta Pichit se pone de pie y se acerca hasta mí. Decido incorporarme y de inmediato me arrepiento, pues todo mi cuerpo duele.

— Distraigamos a esa mente tuya por un momento. — Dice y estira sus brazos hasta mis hombros, jalándome fuera de la cama y obligando a mi adolorido cuerpo a moverse. — Son las  siete de la mañana mi querido Yuuri, y debemos desayunar antes de comenzar con el nada ligero entrenamiento que nos espera.

— No me recuerdes el entrenamiento, aún no empieza y ya me duele todo. — Gruño y cuando doy varios pasos me recrimino por nunca haber intentado ejercitarme más. Una simple carrera detrás de un tren me tiene hecho papilla.

— Ejercitarse puede parecer un acto vanidoso para Abnegación, pero haberlo hecho en secreto parece por fin servir de algo. — Ríe mientras brinca de un lado a otro. Es verdad, luce tan fresco y lleno de vitalidad como siempre. Yo solo quiero regresar a mi cama.

Considero por un momento el descansar otro poco e ir al entrenamiento sin desayunar, pero una estruendosa voz me hace cambiar mis planes.

— ¡Buenos días iniciados! ¡Levanten esos culos gordos de una vez! — Mari entra dando fuertes palmadas y gritando de tal forma que varios despiertan sobresaltados. Chris, que dormía en la parte baja de la litera que comparte con Viktor, se da un buen golpe en la frente al levantarse abruptamente. Pichit a mi lado comienza a carcajearse descaradamente y yo ahogo una sonrisa.

Me doy vuelta cuando Viktor quien luce desorientado todavía, bosteza y se despereza mientras que la delgada camisa blanca que lleva se levanta, dejando ver una pequeña parte de su blanca piel.

AMOR ANTES QUE FACCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora