Capítulo 8 "La prueba de aptitud azul"

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POV VIKTOR

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POV VIKTOR

— Si no te calmas le pediré a ese osado que te de una buena patada en el estómago. — Escucho a Chris a un lado mío. Aunque noto su exasperación, también puedo percibir nerviosismo en su voz que lo delata.

— ¿Necesitas de una osado que haga el trabajo sucio por ti? Ponte de pie y dame la patada tú mismo.

— Lo siento Viktor, pero no creo que mis piernas cooperen conmigo para mantenerme de pie.

Entiendo a qué se refiere; en este momento nos encontramos en el comedor del instituto esperando a que nos llamen para realizar nuestras temidas y al mismo tiempo esperadas pruebas de aptitud.

Decir que estoy nervioso sería poco; mis manos tiemblan descontroladas, mis corazón no deja de latir con tanta fuerza que siento que escucho las palpitaciones en mis oídos, siento la boca seca y por primera vez en años estoy tartamudeando. Chris no se encuentra en tan mal estado, pero se nota pálido y tiene las manos en puños para ocultar el temblor.

Llevamos sentados aquí casi una hora, en este tiempo se ha ido vaciando casi por completo el comedor, quedando solo unos cuantos osados, un par de veraces y nosotros dos.

Yuuri debió de haberse ido hace horas ¿Cómo le habrá ido en su prueba? Los nervios hacen que mi mente vague y brinque de un pensamiento a otro, sin embargo siempre vuelve a esto, al "¿Qué obtuvo Yuuri?", porque a pesar de que no puedo ni con mi propia alma, mi corazón se inquieta al imaginar a un Yuuri nervioso o atormentando por su resultado.

¿Sería posible que me escape por la noche y camine hasta el sector abnegado? No, aunque lograra pasar con éxito la escolta de mi madre y escabullirme, no tengo ni idea de cuál de todas esas casas que son exactamente iguales sea la de Yuuri.

¿Y qué tal si él se encuentra tranquilo? ¿Qué tal si yo solo asumo que se encuentra igual de nervioso que yo? Lo preocuparía pues de alguna forma el siempre termina por ver mi verdadero sentir en mis ojos. No, simplemente debo calmarme y no hacer nada estúpido.

Además, todavía debo de hablar con mi madre sobre mi traslado a Cordialidad... Otabek no parece haberle dicho nada sobre lo mío con Yuuri todavía, y aunque eso me intriga, agradezco que no se haya entrometido.

¿O ya le habrá contado? ¿Qué tal si mi madre solo está fingiendo no saber nada? Podría estar esperando a que sea yo el que le confirme eso, esperando al momento en que me arme de valor para hablar con ella.

A todo esto ¿Qué opinan los padres de Yuuri? ¿Les dijo algo? ¿Qué tal si la está pasando mal al igual que yo? No, no, no... otra vez estoy pensando de más sobre nimiedades.

Bueno, realmente no son nimiedades, pero entiendo por qué mi cerebro intenta alejar ese pensamiento que sigue flotando en mi mente:

¿Me afectará el conocer mi resultado?

AMOR ANTES QUE FACCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora