Capitulo doce: Aurora boreal

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Liam cerró la puerta del maletero después de guardar todo lo necesario. Estaba emocionado por la nueva aventura así que su buen humor era imposible de borrar. Nate se asomó por dentro del auto para decirle a su hermano que debían irse ya si querían llegar a tiempo. Liam de inmediato se encaminó hacia le entrada de la posada y gritó: 

-¡Margot, Aria! ¡Tenemos que irnos!

-¡Bajamos en un minuto! - respondió Margot desde el segundo piso. 

El castaño asintió antes de voltear y mirar la calle enfrente de su hogar. El ladrido de Togo desde el auto lo hizo voltear para ver al canino acostado sobre las piernas de Nate quién lo acariciaba con una de sus manos y tecleaba en su celular con la otra. Una pequeña sonrisa se pintó al verlo y su padre apareció a su lado asustándolo. 

-¿Está todo listo? - preguntó de la nada provocando que su hijo pegara un brinco. 

-¡Dios mío! - murmuró Liam observándolo. - ¿Qué estás haciendo papá?

-¿Qué? Solo tomo café. - respondió bebiendo de la taza que cargaba en una mano. Liam negó con la cabeza. 

-Te he dicho que le bajes a la cantidad de tazas papá. El tío Cane dijo que no es bueno para tu salud. - lo regañó con el ceño fruncido. 

-Ay, es solo una taza. Dios me cuida, ¿Qué me va a pasar? 

-Confiar en Dios que está contigo y no cuidar de ti mismo son dos cosas diferentes. - exclamó. 

-Deja a tu viejo en paz y responde a mi pregunta. 

Liam chasqueó la lengua devolviendo la vista a la nieve acumulada. Había nevado hace dos noches así que había mucha por todas partes. Mientras trabajaba logró verla y lamentó que Aria estuviera dormida, ella había dicho que quería ver nevar otra vez. 

Con respecto a la joven, Liam había llegado a la conclusión después de pensar mucho por varios días que no era nada. Aria era una buena chica y eso era todo lo que necesitaba saber; en otras palabras decidió ignorar lo que sintió aquella vez y continuar viéndola como la posible buena amiga que podría ser, nada más. 

-Ya está todo listo, solo faltan Margot y Aria por bajar y nos iremos. - le respondió a su padre. 

-Ellas dos se hicieron buenas amigas ¿No? - habló refiriéndose a su hija y su agradable clienta. - Aria es una buena y amable chica, me alegra que Margot congeniara con ella y al parecer no es la única. Polly también le tiene mucho cariño. 

-Y no olvides el flechazo de Nate. - comentó el castaño con una sonrisa divertida. Su padre soltó una carcajada. 

-Parece que llevarse bien con toda la familia, hasta contigo hijo. - dijo Robert mirando a su hijo. - Hace mucho tiempo no te veía sintiéndote tan cómodo con alguien. 

Liam se encogió de hombros. - Tu lo dijiste, es una buena y amable chica. 

Pero Robert no parecía creer que eso fuera todo, él conocía a quién engendró. - ¿Estás seguro de que eso es todo Liam? 

Él miró a su padre confundido hasta que los pasos de Margot y Aria los interrumpieron. Las dos muchachas bajaron con sus atuendos de invierno ya puestos y usando una bufanda roja a juego. Liam elevó una ceja al verlas. 

-¿Y eso qué es? - preguntó cuando pasaron a su lado en dirección al auto. 

-Bufandas de la amistad. Geniales ¿verdad? No tengas envidia, te daré una después. - respondió Margot antes de lanzarle un guiño a su hermano mayor. Él rodó los ojos. 

-Esperen, esperen. - dijo Polly apareciendo por la puerta. - No se vayan sin despedirse primero. - Luego procedió a darle un beso en la frente a Liam, luego a Margot, después a Aria y finalmente a Nate y a Togo cuando se acercó al auto. - Que Dios me los acompañe en el camino, durante la estancia y en le regreso. 

Te lo dije: "Todo estará bien"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora