Capitulo veintiuno: Becka

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Aria observaba la fotografía fijamente, aquella que había visto el primer día que llegó a la posada. Margot la notó verla con atención por lo que se acercó hasta pararse a su lado. 

-Es una foto familiar que tomamos cuando Nate tenía tres años, ese bebé. - le contó sin la sonrisa habitual de siempre. - Esos son nuestro padres, esa de de ahí soy yo, ese es Liam y esa es... Rebecca, era nuestra hermana mayor. 

De inmediato Aria volteó a verla, Margot sonrió con tristeza. La castaña dudó en preguntar pero terminó haciéndolo. - ...¿Era?

-¡Esperen, mi hermana va a peinarme! - le gritó la menor a sus amigos antes de voltear hacia su hermana mayor quien le dio unos golpes al colchón frente a ella y Margot saltó hasta sentarse y dejar su cabello en manos de Becka.

-¿Dos trenzas o una cola?

-Dos trenzas.

-Entendido. - asintió la mayor poniéndose manos a la obra. Margot se miró al espejo donde vio a Becka sonreír ligeramente mientras trenzada su cabello pelirrojo tan similar al de ella y removió sus dedos con nerviosismo.

-Becka.

-¿Mm?

-¿Qué se responde cuando chico te confiensa sus sentimientos?

De inmediato la mayor se detuvo y se inclinó para ver a su hermana con los ojos bien abierto. - ¡¿Un chico se te confesó?!

Ella asintió con timidez. - Mi compañero de clases y amigo, Fred....

-¡¿Fred se te confesó?!

-Sshh. - la calló la menor tapando su boca y entonces Becka sonrió tan grande que sus ojos se iluminaron al ver así a su hermanita y la envolvió en sus brazos con risas, llena de ternura. - Ooohh, mi hermosa hermanita ya conquista corazones, lo sabía.

Margot se río y más cuando ambas cayeron acostadas sobre el colchón y la mayor le hacía cosquillas. - ¡Becka!

Margot asintió con dolor. - Murió hace un año y medio. - le contó sin dejar de observar la fotografía fijamente. - Fue un atropello y fuga, igual al que tuviste tú Aria. Fue demasiado repentino, demasiado... rápido, no supimos que hacer y el luto nos acompañó por un largo tiempo pero fue especialmente difícil para Liam, eran muy cercanos, ella era la persona que más admiraba en el mundo. - luego volteó hacia la sala de estar donde Liam y John jugaban en el sofá. - Pero también fue difícil para John y mi cuñado, Paul. Perdieron una esposa y una madre. 

Aria también los observó jugar y la sonrisa del pequeño, su cabello era oscuro, de color negro igual al de su padre pero sus ojos avellana eran idénticos al de la niña de la fotografía. 

-John es como Liam ¿sabes? Un niño prodigio. - explicó Margot sorprendiendo a la castaña. - Por eso habla tan claramente a pesar de tener cinco años y también tiene una conexión especial con mi hermano. Ambos se entienden, no digo que John no nos ame a mí y a Nate pero le encanta estar con Liam, es por quién primero pregunta cuando viene a casa. 

La castaña dejó de verlos para voltear hacia Margot, su mirada aun mostraba esa tristeza que le oprimió el corazón a Aria así que abrazó a la menor con fuerza. Margot se dejó abrazar hasta que lentamente le devolvió el gesto y escondió su rostro en su hombro. Aria no dijo nada cuando sintió como las pequeñas lágrimas le mojaban la blusa y acarició su cabello con cariño. 

-Sí, así era como se sentía. - la escuchó decir. - El abrazo de una hermana mayor.

***

Te lo dije: "Todo estará bien"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora