Quince meses después
-Aria.
La castaña se inclinó hacia atrás y miró a Elizabeth, (su compañera de trabajo), pasarle un fólder.
-¿Podrías llevarle esto al señor Connor, por favor? Tengo una reunión con un escritor ahora y no tengo tiempo. - le pidió con las cejas fruncidas mientras unía ambas de sus manos frente a su rostro a modo de ruego. Aria soltó un suspiro mientras asentía con una sonrisa y la empujaba para que se fuera.
-Yo me encargo, ya vete. - le dijo. Elizabeth gritó un "¡Gracias!" tan fuerte que todos en la oficina volvieron a verla pero eso las tenía sin cuidado. Oliver, compañero cuyo escritorio estaba a su derecha, le habló mientras tecleaba en su computadora sin mirarla.
-Deberías de dejar de aceptar favores, tu también tienes trabajo. - comentó el líder del equipo. Aria sonrió mientras se ponía de pie.
-Está bien, no pierdo nada. Por cierto, tendremos una reunión más tarde ¿verdad? ¿Quieres un americano o un chocolate frío? - le preguntó antes de irse. Oliver sonrió y llevó sus ojos verdes hacia ella.
-Un chocolate.
-Hecho. - sonrió antes de encaminarse a la oficina de su jefe.
Estirando un poco su cuello, tocó la puerta de la oficina antes de recibir el pase de Connor. Abrió e ingresó al lugar pero se detuvo al encontrarse con la visita inesperada.
-¿Wendy? - preguntó mirando a la dueña de la editorial junto a su esposo, su líder en la iglesia, la inconfundible Wendy. Ella sonrió mientras se ponía de pie y la saludaba con un abrazo. Aria lo recibió gustosa. - ¿Qué haces aquí?
-Trabajo. - respondió señalando disimuladamente a Connor detrás de ella. - ¿Qué tal va todo?
-Genial, gracias a Dios. ¿Y tú? ¿Cómo está el pequeño Kian? - preguntó refiriéndose a su hijo. Wendy sonrió con un brillo en sus ojos.
-Está más animado que nunca desde que entró al equipo de futbol de su escuela. ¿Y a ti que te trae a la oficina de Connor?
-Ah cierto. - musitó recordando a su jefe quien las observaba a ambas desde su escritorio. - Aquí tiene señor Connor. Elizabeth me pidió que le diera el informe del ranking de escritores de este mes.
-Gracias señorita Winter. - le dijo tomando el folder mientras le echaba una ojeada.
-Y otra cosa más ¿Qué le gustaría tomar para la reunión? - volvió a preguntar. Connor la miró algo sorprendido antes de acomodarse en su asiento, pensativo.
-¿Un café? - soltó finalmente. Aria sonrió pensando que solo Connor pediría un café con este calor. Ya ni valía la pena sorprenderse.
-Muy bien, un café será. - asintió antes de voltear hacia Wendy, quién no dejaba de mirarla con una sonrisa. - ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?
-Oh no. - negó rápidamente antes de volver a mirarla con calidez. - Es solo que no puedo evitar pensar en que cambiaste desde que volviste de tus vacaciones en Canadá. ¿Qué fue lo que pasó?
La castaña sonrió mientras desviaba su mirada hacia el ventanal de la oficina y suspiraba con los brazos cruzados. - Es una larga historia pero se resume: Dios.
Y eso fue suficiente para hacer a Wendy sonreír.
***
En su camino de regreso a casa, sus tacones resonaban en el pavimento de la calle mientras comía un helado que sostenía en su mano derecha y observaba las calles de su enorme y popular ciudad. No importaba la época, Los Ángeles siempre relucía como una antena gigante para los turistas.
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Te lo dije: "Todo estará bien"
Teen FictionAria Winter estaba sola, en medio del enorme estado de California en la ciudad de los Ángeles, sin ningún familiar al que llamar para su cumpleaños o pasar la navidad. No por eso quería decir que estuviera triste, ella había tomado la decisión de de...