one shots bang chan bottom con distintas temáticas.
☇ todos los shots son escritos por mí.
☇ tener madurez al leer, no confundamos la realidad con la ficción.
☇ no tengo ninguna intención de faltarles el respeto a los chicos, leamos conscientes.
Dónde Bang Chan tiene como niñero a su vecino, Félix.
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Bang Chan no estaba contento.
Sus padres lo habían dejado encargado al vecino rubio que vivía al lado. Para él, a sus diecinueve años recién cumplidos, no necesitaba ser monitoreado por ningún niñero.
Y tampoco es que le cayera muy bien su vecino un año mayor que él. Félix tenía demasiada energía y le enfadaba que siempre tuviese una actitud tan positiva.
La sonrisa con la que acostumbraba saludarle al encontrarse en la calle siempre lo deslumbraba y aquello le ponía los vellos de punta. Definitivamente no le agradaba Félix.
Pero el rubio parecía pensar lo contrario, puesto que había aceptado efusivamente el favor que sus padres le habían pedido, acordando cuidar de él llevándole la comida que necesitaba. Bueno, no podía negar que los platillos de Félix parecían ser hechos por los mismos dioses, pero seguía sin estar alegre.
Y si bien, Félix solo entraba a la casa —con las llaves que su madre le había dado por si ocurría algo— a dejar la comida en la mesa, era fastidioso que entrara tres veces al día, cuidando que realmente se alimentara.
Al menos, faltaba bastante para que anocheciera y el rubio volviese a entrar dejando la cena; podía aprovechar el tiempo que le quedaba para hacer algo que nunca se atrevería cuando sus padres estaban presentes en siquiera la misma ciudad que él.
Le avergonzaba bastante el solo hecho de pensarlo.
Pero ahora, con sus padres ausentes viajando a otro país, podía masturbarse libremente, sin temer a soltar gimoteos.
Jamás lo había intentado, ni se había atrevido a buscar en internet los distintos tipos de juguetes sexuales que podía utilizar, su bochorno se lo impedía cada vez. Apenas y había logrado pedir un lubricante en línea.
Por eso, con timidez, abrió el paquete que el día anterior le había llegado y se sentó en la cama con la parte inferior de su cuerpo desnuda.
Dentro, se encontraba una pequeña caja de color negro con un resaltante título fuera del empaque: lubricante de efecto frío.
Chan, con lo poco que había leído en las características del producto, se daba una idea de cómo utilizarlo. Sacó el lubricante y aplicó sobre sus manos unas gotas de este. El contacto fresco con el líquido lo hizo respingar levemente, curioso acerca de cómo se sentiría aquello.
Temeroso, acercó sus manos a su pene, deslizando sus manos desde la punta hasta la base, esparciendo el lubricante por toda su extensión. El contacto le hizo soltar un jadeo, sintiendo un hormigueo excitante.
Comenzó a mover su mano en un ritmo lento y suave, con cuidado de no apretar, su cuerpo no pudiendo evitar temblar. Era algo totalmente nuevo para él, algo que jamás había experimentado.
