Vane.

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- no eres justo con lo acordado, te traído el botín, en el plazo en el que establecimos, cumplo con mi parte y tú, maldito corrupto, usurero, putero de mierda - siento como todo su cuerpo tiembla de miedo ante mí - ¿osas engañarme y querer llevarte una parte de mi dinero pensando que sería tan idiota como para dejar engañarme? - mi tono es intimidatorio y lleno de rabia. 

Maldito hijo de puta, con quién se cree que está hablando. 

Antes de que pueda vocalizar entre tanto balbuceo, saco mi espada y le rajo el cuello de un movimiento rápido. 

Cae al suelo desangrado. 

Escucho su agonía. No siento el más mínimo remordimiento, como siempre. 

Cojo mi correspondiente saco de dinero y por supuesto, el que era de él también. Me lo llevo todo, nadie se mete conmigo y sale ileso. Si lo pienso bien, he salido ganando. 

Veo como un hombre que trabajaba para el hijo de perra que acababa de matar me mira atónito, sin saber qué hacer. 

¿acaso es tan idiota como para simplemente dudar si enfrentarse a mí? 

Esbozo una media sonrisa mirándole, todo él tiembla de terror. Sacó una moneda de oro y se la lanzo. 

- por las molestias - suelto. 

Salgo de la tienda donde había ocurrido todo. Estábamos en la playa, era de noche y había montado una hoguera y los hombre se habían puesto a beber y a follarse a las putas que habían traído. 

Aquello era mi mundo, hombre idiotas que solo tienen en mente dos cosas, putas y ron. Nada más, ni objetivos, ni ambiciones ni grandes deseos o metas. 

Pura panda de ineptos que solos saben obedecer órdenes aunque tales le lleven a la muerte. 

Patético. 

Yo no soy así. 

No. 

Yo soy muy diferente. 

Me cae un idiota borracho cortándome el camino, oigo risas y burlas, siento asco.

La rabia de ver a hombres en ese estado me repugna y me enfada. 

Saco de una patada que posiblemente le haya partido algún hueso, a ese hombre dejando a todos asustados y mirándome callados y temerosos.

Ese el sentimiento que tanto deseaba conseguir a mi paso. El temor, el terror, el miedo. 

Prosigo. 

He venido solo, es arriesgado y a mi contramaestre no le hace gracia, pero me gusta saldar mis deudas sin compañía. Cara a cara. Hombre a hombre. 

De todas formas, hoy es día de celebración, hemos vuelto de un viaje largo y el botín ha sido más sustancioso de lo que esperábamos. Já. 

Continuo mi paso, el ruido del gemido de las putas follándose, las carcajadas desproporcionadas y sin sentido, el olor a alcohol y suciedad me molesta. 

Repito, yo no soy como esos mierdas. 

Quiero irme de ahí lo antes posible o juro por Dios que sería capaz de matarlos a todos aquí mismo. 

En eso, entre los gemidos de las putas, los gritos y cantares de los borrachos, la música de los violinistas y las olas del mar rompiéndose, pude oír unos gritos despavoridos y desgarradores de una mujer. Aquello me hizo detenerme.

Qué más me daba, podría ser alguna puta con la que se estaban pasando. No era mi problema. 

Proseguí mi paso, pero los gritos se hacían cada vez más y más cercanos hasta el punto en el que de una tienda de campaña apareció una mujer que cayó al suelo entre gritos de dolor y de horror. 

Amor entre un pirata y una exesclava.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora