¡¡¡MALDITOS ANIMALES!!!

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En el momento en el que entre escuche murmullos de parte de todos los hombres. Todos ellos me miraban divertidos, traviesos o algunos desafiantes.

Seguí caminando por los pasillos y curiosamente no veía ni a Luz ni a Amanda por ningún lado. Pero bueno, pueden estar buscando algo por ahí o simplemente llegarán tarde, ellas a veces se atrasan. Así que proseguí con mi camino directo a mi casillero.

Cuando termine de tomar todas mis cosas sentí que alguien se recargaba a lado mío.

- Hola lindura.- un tipo me dijo con voz coqueta.

Puse mi mejor cara y lo encaré.

Era Troy otro chulito de la escuela, muy guapo como para hablarme de esa forma y aunque no lo fuera, nadie puede hablarme así.

- Hola Troy.- respondí fría.

- ¿Zoe cierto?- me sonrió.

- Aha ...- rebuzne.

En ese momento llego Amanda y le planto su mano en la cara. Troy se quejó y miro desconcertado a mi amiga.

- Aléjate chulito que ella no es objeto de apuesta.- siseo Luz.

- Agh ¿quién les dijo?- contestó él molesto.

- ¿Bromeas? Todo el mundo lo sabe excepto ella.- contestó Amanda enojada.

- ¿De qué hablan?

- De nada ...- dijo Luz dudosa.

- Bien no me digan, ya me enterare.- dije molesta. Así que abandone a las chicas con el niño bonito y me fui hacia mi primer clase.

En eso sentí que alguien me empujaba y me estampaba en los casilleros, al abrir mis ojos me encontré con unos ojos azules y una sonrisa brillante frente a mi. Pronto sentí su respiración con olor a menta, y eso me llevo a estar roja y temblar por el delicioso olor.

- Hola bombón.- y con eso el tipo cerró los ojos y empezó a cortar la distancia que había entre los dos. Me alarme y lo único que hice por reflejo fue levantar mi rodilla, que impactó justo en su entrepierna.

El chico llamado Rafael se quejó de dolor y luego se tiro al suelo. Y para rematar ...

- No me toques animal.- y me fui digna de ahí.

Pronto todos los chicos me miraban aun mas divertidos y otros maravillados.

- ¡¡¡Zoe, espera!!!- escuche el grito de Luz a lo lejos.

- ¿Qué quieres?- siseé.

- Vine a decirte lo que pasa ...- dijo ella apenada.

- ¿Qué?

- Es que los chicos hicieron una apuesta ...- dijo roja y mirando al suelo.

- ¿Qué tipo de apuesta?

- Todos quieren quitarte el primer beso, eres la única en todo el colegio que no a besado a nadie, por lo que ahora eres todo un privilegio. Y les emociona más que seas virgen.

Mi cara era indescriptible, mis ojos súper abiertos, mis mejillas rojas y mi boca chueca. Era increíble, convivo con monos salvajes llenos hasta el tope de testosterona.

- ¡¡¡¡MALDITOS ANIMALES!!!! Ni una neurona en el cerebro tienen. Y menos si creen que cederé a su estúpida apuesta.- grite indignada.

Y con eso me fui molesta a mi clase. Ya era bastante tarde.

Todo el día fue callado, parecía que ahora los chicos me tenían precaución. Era increíble, nada mas se enteran de mi virginidad o de que no e besado a nadie y ya soy el centro de atención. Preferiría que no me pelaran.

Ser invisible era mejor que ser el centro de atención.

LA APUESTA (Ross Lynch) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora