La huida.

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- ¿Qué haces aquí imbécil?- preguntó furico Ross.

Ahora me encontraba totalmente fuera de mi, me habían besado dos chicos en la misma hora. Me encontraba totalmente confundida y alarmada. ¡Esto era un caos!

- ¡Vine a pedirle a Zoe que sea mi novia!- gritó de repente Nat. Sale sorprendida y lo mire como si fuera un alíen en tutu.

- ¿NOVIA?- preguntamos Ross y yo al mismo tiempo. Estábamos todos en shock.

Ambos me miraron, Ross tenía una cara entre molesta y angustiada, parecía que le preocupaba demasiado. Y Nat, fuera de tener una cara de "Tome demasiado" tenía una cara de ... "Responde ahora antes de que olvide lo que te pregunte".

- Zoe, ¿quieres ser mi novia?- preguntó mirándome a los ojos. Extendió aquel ramo de rosas, y su hermano, que había olvidado que estaba ahí me extendió una caja de chocolates. No las tome, no las quería.

Ross me jaló del brazo para que lo mirara y me alejo de ellos unos centímetros.

- Zoe, es un hecho que no te conoce.- lo mire sin entender.- Sí realmente le importaras sabría que no te gustan las rosas, te gustan los girasoles, además que eres alérgica a la nuez y esos chocolates tienen nuez. Además que mal gusto besar a la gente borracho.- dijo furioso. ¡Ross estaba celoso hasta la médula!

Y era realmente cierto lo que decía, en teoría moriría si comía esos chocolates. Y la rosas las odiaba ...

- ¿Zoe?- preguntó Nat de nuevo.

- Zoe, quédate conmigo, no te vallas con él.- dijo Ross a mi lado.

Voltee a ambos lados, no sabía qué hacer, si yo no fuera tan idiota, sería obvio con quien quedarme, es decir. ¡Nat era el amor de mi vida desde hace años! Pero por lo visto, también me gustaba Ross, y bastante. Podría jurar que me encantaba.

- ¡Chicos silencio! ¡Nat le preguntó a Zoe si quería ser su novia después de besarla!- gritó un imbécil de por ahí ... Todos guardaron silencio y voltearon a verme, prestaban demasiada atención a la escena.

Mis manos sudaban, me sentía mareada, ahora no nada más dos chicos esperaban mi respuesta, ahora toda la fiesta estaba pendiente.

- Zoe, te quiero desde hace tanto tiempo, siempre me gustaste, y fui un ido ya al decirte que no hace unos años. Pero ahora yo te pregunto.- dijo Nat parándose frente a mi. Me tomo de los brazos con delicadeza.- Zoe por favor, ¿quieres de mi novia?

¿Y ahora?

No supe qué contestarle a Nat así que simplemente lo hice a un lado y empecé a correr. Corrí como si no hubiera un mañana.

A lo lejos escuchaba los gritos de los demás, me estaban llamando pero no me importaba.

Simple te seguí así.

Y como había dejado todas, absolutamente todas mis cosas en casa de Ross solo me quedo segur corriendo, hasta que me canse y empecé a caminar en dirección a mi casa.

Ya era realmente tarde, seguramente pasaba de las 12 y seguro mis padres estaban dormidos, además Joe estaba en casa de su novio, por lo que no tenía más opción.

A lo lejos escuchaba pasos, pasos realmente rápidos que venían en dirección hacia mi, me alarmé y empecé a correr. Cada vez estaban más cerca y eso no me gustaba. Voltee a ver quién era, y así me encontré a Ross, él gritaba mi nombre, y al perecer tenía mis cosas. Pero no quería hablar con él en ese momento, así que preferí dejárselas. Seguro terminaría por dárselas a una de mis amigas.

Al llegar a casa, todo estaba cerrado y termine por darme cuenta que los llaves las traía Ross, y le había perdido rastro hace un par de cuadras. Por lo que opte por buscar la llave extra que esconde papá.

Media hora más tarde, ya cuando estaba a punto de rendirme, llego un taxi frente a la casa, y de ahí salió mi héroe.

- ¡Joe!- dije aliviada.

- ¿Qué haces ahí?- me miro divertido.

- Fiesta, dos chicos, dos besos distintos, propuestas, huida, sin llaves.- resumí, por lo que él se hecho a reír.

- Al rato, dentro de unas horas me cuentas más sobre eso.- me guiñó un ojo. Él termino de pagar el taxi y abrió la casa.

Y unas horas más tarde, en las que intente dormir, aunque claro no lo conseguí, no dejaba de pensar en ese beso, en ambos besos. Habían sido totalmente inesperados, eran realmente inesperados ambos. Debo admitir que el de Nat no lo disfrute tanto como el de Ross, pero seguro que fue por la intensidad de mi primer beso.

Diablos, aún sentía los labios hinchados.

Después de las 5 de la mañana, me dio hambre, así que me puse un pantalón y un top, me dirigí a la cocina y despeja de eso, mi memoria se nubló.

- Cariño.- dijo alguien picándome con un dedo en mi espalda.

- Déjala papá, ayer tuvo una noche intensa por lo poco que me contó.- dijo lo que parecía ser Joe.

- ¿Qué te dijo con exactitud?- dijo una Karim emocionada.

- Luego, cuando despierte ella nos contara a detalle lo que pasó.

Unas horas más tarde, me percaté que estaba dormida en un estante de la cocina. Y mi mamá me había dejado el desayuno en el comedor.

"Luego hablamos, mientras come. Con amor mamá."

Sonreí y me senté a desayunar.

- ¡Ya despertaste!- dijo Lucas pasando por el comedor.

-Ahora si, cuéntanos cómo te fue.- dijo Joe sentándose alado mío. Y de pronto sentí unas manijas en mi hombro.

- ¡Siiiiiii dinos!- gritó Karim en mi oído.

- Bien ...- empecé.- Fui besada por dos chicos. Y mi primer beso fue Ross.- y así continúe, le conté absolutamente todo, y le tarde bastante ya que entre los gritos de Karim y las risas de los chicos, era aún mas difícil relatar mi travesía. Y como era de esperarse mis papás terminaron por enterarse y mi papá le pago a Karim, Lucas, Joe y a mamá el dinero que al perecer se debían por otra apuesta.

Lo bueno es que ya tenía a casi todos de mi lado.

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Hola chicas. Una disculpa por el capítulo, ya que lo subí sin haberlo terminado. Pero es que mi Wattpad se actualizo y lo publique por accidente. Pero aquí está. De todas maneras en un capítulo bastante corto, y espero que me perdonen.

LA APUESTA (Ross Lynch) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora