Al parecer le gustas.

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Lunes, un día más. Tedioso, aburrido, agotador y de muuuucha flojera. Se vuelve irónico porque esta tan lejos y tan cerca del viernes.

Me encontraba en clase de matemáticas. Anotaba las ecuaciones simples en mi cuaderno, estábamos haciendo repaso de lo más sencillo.

-16a+234y-15b+3a- 200y+x= 19a+34y-15b.- dijo la profesora una vez mas.- ¿Entendieron o repito?- y como siempre alguien aun no terminaba de comprender.

Los segundos me parecían minutos, los minutos tardaban como si fueran horas y las horas parecían días. Horas tediosas e irritantes de estar en clases.

Incluso anhelaba el descanso y aun faltaba media hora para que la campaña sonara y pudiera irme a comer algo.

- 38b-24+624y-(-26a)+8-2c=38b-16+622c+26a.- musito la maestra de nuevo, atacando con sus sufras sin sentido. Comprendía la operación pero a este punto de desesperación solo escuchaba números y letras en un orden poco casual que me generaba ningún interés en la clase.- ¿Así o mas claro?- me dieron ganas de gritar ¡Ta quedo claro vieja estúpida! Pero pronto me percate de que realmente estaba de mal humor, yo usualmente no respondería así ...

Y todo comenzó por anoche, no pude conciliar el sueño, y cuando por fin lo había logrado, dos horas después había soñado mi alarma, y desperté una hora después, pe lo que solo me quedaban 15 minutos para arreglarme, desayunar y llegar a tiempo a la escuela. Y para mi mala suerte, son 10 minutos de mi casa a la escuela en auto. Por lo que solo me dio tiempo de medio arreglarme y salir corriendo con mi hermano en el volante para poder llegar a mi primer gris de clase.

Mi estomago retumbaba, pero al parecer nadie lo escuchaba, o eso es lo que yo creía. Pero lamentablemente alguien si lo oía bastante bien.

- Profesora.- dijo una estúpida voz chillona.- Lo siento, es que no le entiendo porque a lado mío, hay una muerta de habré. Su panzota no deja de rugir desde que inició la clase.- inmediatamente todo el salón de clases se soltó a carcajadas.

- No soy una muerta de habré, tengo mas curvas que tú calavera tilica y flaca.- dije en un todo bajo pero audible, por lo que también se rieron por mi comentario.

- ¡Ya basta señoritas!- dijo la profesora.- ¡Si siguen así, me veré obligada a llevarlas a detención!- concluyó.

- Zopeta.- susurre para la pelirroja.

- Eso es mío, sola nadie.- susurró ella. Por lo que reí en lo bajo.

- Ahora es mío.

Minutos mas tarde, por fin estaba afuera de un salón de clases. Y pronto, lejos de la escuela, hoy iría a el parque a dibujar y comer un poco.

- Creí que moriría.- exclamó Amanda, detrás mío.- Literatura es tedioso.- dijo alargando la cara y jalando sus cachetes para abajo.

- Yo tuve matemáticas avanzadas, y no me estoy quejando.- gruñí.- Tengo hambre ...

Fuimos a la cafetería, ¡dia de tacos! ¡No hay nada comparado con los deliciosos tacos!

Salí dispara, directo hacia la fila para conseguir mis tacos, tacos de cochinita, de carne, tacos de pollo, tacos de tinga ...

La boca se me hacia agua de solo leer el menú de hoy, ya no agrandaba el hambre y necesitaba comer urgentemente.

- Te ves ansiosa.- dijo John tras mío.

- Sí, no eh comido absolutamente nada y muero de inanición.- dije estrujando mi panza que gritaba ¡HAMBRE! Pero en pances ¡Brrrgrrrr!

- Es un hecho que tienes hambre, te escuchas a metros de distancia.- dijo riendo. Por lo que me puse carmesí. Pero no era momento de reclamar, era momento de pedir tacos ¡Ya!

LA APUESTA (Ross Lynch) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora