De verdad lo lamento

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Ya llevaba días sin recibir ni ver rastro de ese idiota. En la escuela cada vez que lo escuchaba o veía a lo lejos, a los segundos desaparecía. ¿Cómo carajo espera que termine el trabajo? ¡No lo eh visto!

Ahora estoy seriamente considerando hacer el trabajo sola, que él busque puntos extra porque no estoy dispuesta a darle crédito por algo a lo que no se ha esforzado nada. Así que si de verdad cree que le daré puntos por esto ¡Que se vaya al diablo! ¡Que se joda!

Desde que lo vi en el estacionamiento, esa fue la ultima vez que lo vi y que me hablo. De ahí en fuera jamás se volvió a comunicar conmigo.

¡No puedo creer el nivel de irresponsabilidad que tiene!

Estaba furiosa, caminaba por los pasillos en busca de Sam, John o Roy. Hasta que vi a Roy a lo lejos, me acercaba tan rápido que todos empezaron a apartarse para darme espacio y así llegar al grupito de amigos de Ross, en donde casualmente no se encontraba.

- ¿Donde esta el rubio?- pregunte furiosa. Definitivamente esta era su última oportunidad. Los tres chicos se miraron incómodos y tristes. Así que John se aclaró la garganta y dijo.

- En un funeral.- ok, eso no lo esperaba.

- ¿Fu-funeral dijiste?- pregunte asustada.

- Sí, hace unos días habían dado reportado al hermano mayor de Ross como perdido y lo encontraron herido el día que lo esperabas y le habían dado la noticia en la biblioteca, por lo que se fue a verlo, y otra ello regreso tarde.- dijo John intentado no soñar preocupado.

- Y ayer en la noche el hospital en donde habían internado a su hermano dio el aviso de su fallecimiento. Ross y su familia esta en un funeral ahora.- dijo Roy triste.

Yo en ese momento me sentí débil.- No tenía idea, yo, solo.- mi mente estaba en blanco, toda mi furia había desaparecido por completo y ahora me sentía vulnerable, triste y melancólica. Sentía una gran pena por Ross, simplemente no me lo esperaba. Además, no sabia que tenía un hermano mayor.- ¿En donde es el funeral?- le pregunte con nostalgia a Sam.

Él me paso la dirección del lugar y en cuanto terminaron las clases, llame a mi hermano para que no viniera por mi y me fui en taxi al velorio. Por suerte traía un abrigo negro y mis bitas de lluvia ya que era temporada de lluvia.

Durante el camino pasamos por una tienda de flores y compre un girasol, nunca me han gustado las rosas.

Al llegar, había un señor que estaba dando unos datos a unos señores y yo le pregunte por los Lynch, él al darme el lugar exacto fui corriendo.

Pronto percibí un montón de cabecitas rubias y todas iban de negro excepto el que parecía ser Ross, él yacía apartado de los demás, sus padres se abrasaban y platicaban con los demás familiares a los que no conocía, Rowan y Rydel estaban sentadas contemplando un álbum de fotos, pero él, él estaba alejado de su familia, sentado en el pasto. Me fui acercando poco a poco y pase a saludar a sus padres, a sus hermanas que inmediatamente me recibieron todos con mucho amor.

- ¿Y tu familia?- preguntó Rowan sorbiendo su nariz.

- Soy la única que lo sabe.- dije plantándole un beso y regalándole mi mejor sonrisa. Pronto dirigí mi mirada a Ross, que se encontraba en el mismo lugar.

- Ve con él, creo que le hace falta alguien. Y hasta ahora no acepto que se acercara nadie de la familia.- dijo Rydel sonriendo con tristeza.

Así que camine hasta donde él, tomé asiento a lado suyo sin diríjale la palabra, y decidí contemplar el girasol que tenía en mis manos, por lo que decidí entregárselo.

- Ten, traje esto para ti.- dije dejándole la flor en su regazo.

- Mhm.- dijo asintiendo y tomando la flor en sus manos, pronto dirigiendo su mirada hacia ella. Y de ahí no volvimos a hablar.

Con el paso de los minutos empece a lanzar miradas "discretas" hacia Ross. Él se veía serio, melancólico y agotado, su mirada se dirigía a el horizonte y la luz de la tarde le reflejaba en la mirada, su mandíbula se veía ligeramente tensa y su cabello despeinado.

Después de contemplarlo él, como yo, empezó a lanzar miradas hacia mi. Hasta que llego el momento en que nuestras miradas chocaron. Su mirada profunda que importaba tantos sentimientos y entre esos estaba el alivio y la confusión. Sus ojos avellana que brillaban mientras me miraba.

Pronto la distancia se fue acortando y en menos de lo que canta un gallo, Ross me estaba abrazando y escuchaba como sorbía su nariz en mi hombro. Yo solo le hacia "piojito"en la cabeza con mis manos. (De tan cerca que estaba podía oler su colonia, que era realmente exquisita). Y después de unos minutos se separó, dejándome ver a un Ross esforzándose por no derramar lagrimas.

- ¿Por qué?- preguntó de repente, yo lo miraba atónita pensando que jamás me hablaría.

- ¿Por qué, qué?- dije yo sin comprender.

- ¿Quién te dijo? ¿Por qué el girasol? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué eres así conmigo ahora?- dijo mirándome sin expresar nada. ahora era totalmente una piedra sin sentimiento alguno, al menos no me dejaba verlos. Respire profundo y empece a responder.

- Me contaron tus amigos, porque odio las rosas, porque quiero disculparme y quiero acompañarte y lo ultimo no lo sé, solo lo hago.- dije mirándolo a los ojos.

- ¿No lo sabes?

- No, solo sé que quiero acompañarte y apoyarte siempre que sea necesario, porque creí y deduje cosas erróneas, porque quería pedirte perdón por juzgarte mal, por creer que eres un idiota, por tratarte como te trate, por lo de tu hermano y por estar aquí incomodando te porque estoy segura que tu familia te preguntara "¿quién era esa chica desconocida que te acompañaba Rossy?"- dije haciendo una voz aguda y ansiaba.- De verdad lo lamento.- y después un silencio nos inundo a ambos.

Los minutos pasaron y cada vez estaba mas obscuro al rededor. Gran parte de la familia de Ross se había marchado, todos dejando ramos de rosas. Pronto se obscurecería todo y yo aun no llamaba a mis padres así que me levante, mire una vez más a Ross y empece a despedirme de los demás. Y así seguí caminando hasta la salida. Y antes de cruzar el portón alguien me jaloneo de manera que me diera vuelta y quédate frente a él y así él me tomo el brazos y me abrazo, un abrazo cálido y reconfortante.

- Gracias Zoe.- dijo en mi oído. Yo solo sonreí y deposite un beso en su mejilla. Pronto rompimos el abrazo para vernos un poco a la cara y él sonrió al verme.- ¿Por qué tu odio a las rosas?

- Ja, digamos que es poco original regalar rosas hoy en día. Además el girasol es mi flor favorita, porque ella sigue y busca la luz sin importar que tan obscuro este el día.- dije sonriendo de manera que él sonriera también.

LA APUESTA (Ross Lynch) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora