Capítulo 8: Parte Única

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"No eres capaz de sentirte atraído por mí".

Harry salió disparado de la barra y persiguió a la figura fugaz de Louis a través de la masa de gente. Las palabras de Louis rebotaban dentro de su mente y cada vez que lo hacían, sentía como si una daga afilada se clavara continuamente en su pecho. La única razón por la que Harry estaba decidido a seguir a Louis fuera del club era porque su expresión abiertamente rota reflejaba perfectamente cómo se sentía Harry. Eso solo plantó una patética semilla de esperanza dentro de las entrañas de Harry y lo mantuvo moviéndose entre la multitud.

"¡Louis!" gritó Harry mientras empujaba bruscamente su camino hacia la salida.

"¡Oí! ¡Harry!"

Había una mano sujetando su bíceps y sin coordinación lo arrastró hasta detenerlo. Harry giró rápidamente la cabeza para ver que el fuerte agarre pertenecía a Liam. Estaba mirando a Harry con un semblante de preocupación borracho, ojos vidriosos y labios hacia abajo.

"¿Todo bien?"

"¿Bien?" Harry no pudo evitar la risa casi maníaca que salió de su boca. "Solo necesito a Louis", se sacudió a Liam y salió corriendo del bar, sin molestarse en perder más tiempo para llegar a la única persona que le preocupaba.

Una ráfaga de aire gélido lo envolvió cuando salió, su pecho se agitaba dolorosamente por el nudo de ansiedad que burbujeaba dentro de él. Siseó cuando el viento azotó a su alrededor y giró salvajemente de un lado a otro, buscando la figura de Louis en la oscuridad. La mandíbula de Harry se aflojó cuando vio la silueta de un hombre doblando rápidamente la esquina del edificio. Incluso en la tenue iluminación de la luna cubierta de nubes, Harry no tenía ninguna duda de que era Louis.

Harry corrió por el pavimento, las suelas de sus botas golpeando atronadoramente contra el concreto. Dobló la esquina y se quedó helado en la entrada de un callejón compacto. Junto a la salida trasera del club, estaba la silueta del cuerpo agachado de Louis. Sus rodillas estaban dobladas y sus dedos temblaban desesperadamente mientras intentaba encender el cigarrillo que colgaba de sus labios.

Harry se acercó lentamente, se detuvo frente a Louis y se agachó. Louis sollozaba bruscamente con los ojos fijos en el pedernal del encendedor. Cautelosamente se acercó y tomó el encendedor de los dedos de Louis. Cuando Louis no se movió, Harry guardó la luz desechable en el bolsillo y luego apretó los dedos alrededor del cigarrillo. La boca de Louis se abrió una fracción de pulgada y Harry dejó escapar un suspiro mientras le quitaba el cigarrillo de la boca.

"Louis", Harry murmuró en voz baja, luchando contra cada instinto que ansiaba estirar la mano y abrazarlo.

Lentamente, Louis miró a Harry a través de sus pestañas. Harry casi fue derribado hacia atrás, de alguna manera todavía aturdido por el impacto que una simple mirada tuvo sobre él. Incluso en la oscuridad casi total de la noche, los iris de Louis brillaban con más profundidad que un amanecer oceánico. Louis se pasó el dorso de la mano por la nariz y entrecerró los ojos hacia la calle, los clientes borrachos del bar tropezaban con ataques de risa.

"Lou-"

"Por ahora", la voz de Louis sonaba casi extraña para los oídos de Harry. Se encogió de hombros débilmente y miró a Harry con agotamiento, "¿Podemos simplemente... Podemos no hablar?"

Habían tantas preguntas que Harry quería hacerle al otro chico, cosas que quería decirle antes de que se fueran de Londres. Las últimas palabras de Louis en el bar lo estaban volviendo loco y tenía que saber a qué se refería Louis, sabiendo que no podría descansar sin entender. También se dio cuenta de que preguntarlas en un callejón a las dos de la mañana no les haría ningún bien a ninguno de los dos. Harry se obligó a tragarse las palabras que querían salir y asintió.

Dance To The Distortion  [ls] [traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora