Capítulo 9.

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Me encontraba viendo como Hiccup cocinaba, pero algo no me dejaba concentrarme. ¿Qué? Hiccup no traía camisa y su abdomen trabajado estaba al descubierto y yo me mordía el labio inferior cada rato. ¿Qué mierda me está pasando? No podía despegar la vista de él y gracias al cielo no me volteaba a ver si no ya estaría más roja que un tomate. Maldigo a las hormonas que me atacaban en un mal momento.

-¡Buenos días! -gritó Eugene haciéndome notar y se sentó enfrente mío impidiendo que siguiera viendo a Hiccup y yo bufé apartando la mirada de allí.

-Buenos días, ya está servido el almuerzo -contestó él castaño de ojos verdes amablemente.

Nos entregó un plato de lasaña y se sentó a mi lado y de nuevo las ¿hormonas? Salieron a flote.

-¿Vas a ir a jugar boliche, Hiccup? -preguntó Eugene mirándolo interesado.

-¿Boliche?

-No, ahora no me apetece ir -hizo un ademán con las manos y empezó a comer.

-¿Boliche? -repetí viéndolos, esperando a que alguna respuesta saliera de sus labios.

-Yo los sábados acostumbro ir a jugar boliche, pero ahora no me apetece -me explicó Hiccup mirándome de reojo.

-Está bien, iré solo.

-¿Y por qué ahora no vas? -ignore a Eugene.

-Ya te eh dicho, no me apetece ir.

Después de esas palabras metí un pedazo de lasaña a mi boca... ¡no! ¡no! ¡no! Salí corriendo al baño, levanté la tapa del inodoro lo más rápido que mis instintos me permitieron y todo el almuerzo salió. Sentí como alguien sujetaba mi cabello apartándolo de mi rostro. Cuando termine baje la tapa y deje que los desechos se fueran por la tubería. Mire de reojo a Hiccup y él mostraba un rastro de preocupación en sus ojos.

-¿Estás bien?

Yo asentí levemente con la cabeza y rápidamente me levante, en ese instante todo me dio vueltas haciendo que Hiccup me sentara sobre la tapa del inodoro y parpadee rápidamente.

-¿Segura qué estás bien?

-Sí. Sólo vomité, fue todo.

-¿Fue todo? Expulsaste la comida de la semana -bromeo. Aquella preocupación que tenía se había esfumado al escuchar mis últimas palabras.

-¡Es por culpa del embarazo! -y me lleve ambas manos a los lados de mi cabeza mirando detrás de Hiccup, no me percaté de que Eugene nos estaba viendo en el marco de la puerta.

-Es el principio -dijo riendo.

-Ya me voy Hiccup -contestó de mala gana saliendo disparado hasta que escuchamos la puerta cerrarse de un portazo.

-¿Y ahora qué le pasa?

-Creo que anda en sus días -me encogí de hombros-. Ahora si me permites Hiccup. Déjame pararme para lavarme los dientes.

-¿Por qué? -preguntó y yo lo mire con cara de pocos amigos.

-¿Qué hace uno cuándo vomita y toda la comida hecha una mierda pasa por tu boca?

-Está bien, está bien. Ya entendí.

Y después de un rato nos encontrábamos viendo "Winnie The Pooh", toda mi infancia la describía en aquella caricatura.

-Adoro a ese oso amarillo.

-Winnie es un pedófilo -canturreo y yo lo vi mal.

-Hijo del lechero.

-Hablando de mis padres -se rió arrastrándome a mí-. Iremos a cenar hoy con ellos.

-¿Qué? ¡No, estas loco!

-¡Por favor! -dijo alargando la "a"

-Está bien, ¿pero, qué me pondré?

-El vestido blanco que te compre ayer.

-Me compraste muchos vestidos.

-El suelto.

-Ah, ¿cuándo nos vamos? -respondí nerviosa.

-Dentro de una hora -se rió mirándome con interés a mi próximo movimiento.

Y yo salí disparada hacia el segundo piso y después me metí a la ducha.

***
Media hora después me encontraba subiendo el cierre del vestido mirándome al espejo mientras hacia muecas. Después escuche el sonido de la puerta arrastrándose por el suelo.

-Oye, te vez bien.

-No es cierto, me veo gorda -hice un pequeño puchero, para molestarlo.

-No, no te vez gorda.

-Sí, mira -y jale un pedazo de tela del vestido hacia arriba e infle mis cachetes-. Me veo gorda.

-No, te vez hermosa. Ahora ponte las zapatillas.

-Sobre eso -me rasqué la nuca-. iré descalza.

-¿Por qué? -la sombra de una sonrisa apareció en la comisura de sus labios.

-Por que me dulen los pies.

La realidad era completamente diferente, embarazo + zapatillas = muerte asegurada.

-No discutiremos por eso, ponte las zapatillas -y salió dejándome con la queja a medias.

Miré una caja de converse que me había comparado ayer y justamente eran blancos, y claro, me los puse.

Al bajar Hiccup estaba en la puerta y cuando me vio su rostro se ilumino, eso significaba que no había visto mi calzado.

-Te vez hermosa.

-Gracias.

-Espero que no estes nerviosa.

-Espero que tu familia no me critique por quedar embarazada y espero, también, que no piensen que soy una aprovechada caza fortunas.

-No pasará. Te lo aseguro, espera -ahora sí dirigió su mirada a mi calzado poniéndome nerviosa-. ¿Por qué no te has puesto las zapatillas?

-¿Por que soy divergente y no puedo ser controlada? -repetí una frase de un libro que me había leído antes de irme de la casa de mis padres.

Salí corriendo con diversión hacia el coche pasando rápidamente por detrás de él impidiendo atraparme y me adentre en coche viendo como Hiccup soltaba una carcajada y después de unos minutos se adentro en el coche.

-Está bien, divergente. El camino es largo así que si se quiere dormir, hágalo. Yo la despierto cuando lleguemos.

-¡Claro! Gracias.

Hiccup puso en marcha el coche y yo no tarde en quedarme dormida.

ヽ(*≧ω≦)ノヽ(*≧ω≦)ノ

Hellow, gracias por leerme.

PD: Eh echo una nueva novela, se llama "Amarrados" está en mi perfil por al que le interese xD.

Eso es todo. ¡Bye mis amores!

Vous Apprenez (Mericcup) [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora