Vous Apprenez (Mericcup) [#1]

Capítulo 18.

N/A: Desde ahora los capítulos no tendrán los nombres. Gracias xD
Que lo disfruten. Además ya casi acaba :c

-¿Cómo me queda? -le pregunté a Hiccup probándome un vestido que él me había comprado.

-Perfectamente bien -sonrió de lado y no negué con la cabeza-. ¿Qué?

-Que sólo lo dices por que soy tu novia -hice un puchero y me cruce de brazos. Él soltó una carcajada y se levantó de la cama y me envolvió en un abrazo.

-No lo digo por que eres mi novia -me dio un beso en la frente y después en los labios-. Lo digo por que en verdad te queda perfecto, todo lo que te pones te queda perfecto.

-¿Seguro?

-Muy seguro.

-¿Por la garrita? -pregunté poniendo el dedo menique entre los dos y él lo estrecho con su otro menique.

-Por la garrita.

-Está creciendo -dijo tocando mi vientre que se movió con el tacto de Hiccup y yo reí.

-Lo sé, será grande.

-Y muy glotón.

-¡Hey! Eso lo hará hermoso.

-Igual que la madre.

-Y después tendremos otro. Y formaremos la familia perfecta.

-Espera... -él me soltó y revisó su celular-. ¿Cuándo toca la ecografía?

-¡Esa cosa! -grité-. Oh mierda, mierda, mierda.

Hiccup sólo se reía y yo lo miré con cara de pocos amigos.

-Todavía faltan dos horas, no te preocupes.

Bueno, en pocas palabras, hoy descubriremos el sexo del bebé y yo estaba tan emocionada, tanto que se me había olvidado que era hoy.

-¡Idiota! ¡Casi me matas del susto!

Agarré una almohada de la cama y le traté de pegar pero él fue muy rápido y la esquivo fácilmente.

-Pegas como niña, además tienes muy mala puntería.

-Es por que fui niña algún día, y soy mujer. Y no tengo mala puntería.

Y así pasamos las dos horas jugando y discutiendo sobre mi puntería. Mi perfecta puntería.
Ahora estábamos en la clínica donde se sabría que será el bebé. Hiccup me sostenía las manos y yo me reía, estaba más nervioso que yo.

-Hey. ¿Qué tienes?

-Estoy nervioso -contestó lo más obvio.

-Claro que eso lo sé. Estás más nervioso que una perrita chihuahua.

-Buenos días, señor y señora Haddock -entro la doctora que nos atendería.

Mérida Haddock, que lindo suena.

-¿Están listos?

-Sí -contestamos los dos al unísono.

-Bien -ella se acercó a mí y unos guantes decoraban sus manos.

Me hizo levantarme la camisa y me puso un gel que estaba frío y era azul. Era bonito. Después puso un aparato en mi vientre y apareció algo en la pantalla que tenía frente a mi.
Dios... es mi bebé, la doctora empezó a mover el aparato por todo mi vientre. De mis ojos estaban brotando lágrimas. Es mi bebé, mío, indefenso y yo lo tengo que cuidar y proteger. Miré a Hiccup y él miraba la pantalla confundido, quería reír pero era un momento emotivo que lo tenia que disfrutar.

-Es niño -dijo al fin la doctora y no corazón dio un brinco de felicidad, miré a Hiccup ya con lágrimas de felicidad en mis ojos y él también estaba como yo.

-Es niño -susurró.

-Felicidades, me alegro mucho por ustedes. ¿Quieren escuchar su corazón?

Yo asentí muy rápido pero Hiccup se rascó la nuca, confundido.

-¿Se puede?

Tanto como la doctora y yo reímos, ella movió algo en la pantalla y de la nada se escucha unos golpeteos, rápidos y débiles. Ahora si que estaba llorando a mares. Es un sonido único y tierno, no esperaba más para tenerlo en mis brazos, abrazarlo y jamás soltarlo.
El sonido era suave, música para mis oídos.
Me indicaba que había alguien dentro de mí, alguien que tenía que proteger con mi vida. Alguien que necesitaría de nuestro amor y cariño. Alguien con vida y muy pequeño.
Mío, mi bebé.