Vous Apprenez (Mericcup) [#1]

Capítulo 13.

Me senté de golpe en la cama, mi respiración se hizo agitada y veía estrellas por todos lados. Un sudor frío acariciaba mi nuca bajando lentamente sobre ella, mis manos y el resto de mi cuerpo temblaba. Miré a mis lados, todo estaba normal. Todo había sido un jodido sueño.
Cerré mis ojos fuertemente pero la imagen de mí apuñalando mi vientre pasó como un flash obligándome a abrirlos de un golpe.
Empecé a sollozar ¿qué mierda significa ese sueño?
Estoy tan estresada. Los sollozos se hicieron más fuertes y yo me abrace con ambos brazos, levanté las sabanas y me escondí en ellas. Yo jamás haría eso, jamás.

Escuche como se abría la puerta y me escondí mucho más en las sabanas.

-¿Mérida? -escuché la voz de Hiccup pero yo no dejaba de sollozar-. Mérida, ¿qué tienes?

Al decir eso el me destapo dejando ver mi rostro mojado a causa de las lágrimas y yo me lanze sobre él llorando y mojándole el pecho de la camisa.

-¿Qué te paso?

Yo traque saliva. ¿Le podría decir lo del sueño?

-Son las hormonas del embarazo -emití un sonido agudo antes de volver a llorar.

Como un sueño podía parecer tan real.

Hiccup no dijo nada pero me acariciaba la espalda y enrollaba mis risos en medio de sus dedos.

Poco a poco me fui tranquilizando e Hiccup me agarro de la barbilla obligándome a verlo.

-Estás rojita -susurró con ternura.

-Siempre me pongo roja cuando lloro -le sonreí a medias.

-Aun así te vez hermosa.

Y a causa de eso me puse más roja de lo que estaba.
Me hacerco a él y planto sus labios sobre los míos entrelazando sus dedos con los míos.

-¿Dónde está el idiota?

-A sí, hablando de él te tengo una buena noticia -se rió, cerrando los ojos.

-¿Cuál?

-Cuando entré me dijo que mañana en la noche se iría, que ya había conseguido un apartamento y no quería molestar más.

Yo abrí los ojos como platos, puse la sonrisa del gato Cheshire y emití un grito de felicidad muy agudo y ni sé como pero ya me encontraba saltando en la cama.

-¡Al fin! -grite cayendo de espaldas en la cama e Hiccup se estaba riendo.

-¡Al fin! -repitió-. Y para festejar ¿quieres salir a comer?

Yo negué con la cabeza.

-No tengo hambre -pero mi estómago me delato sonando más fuerte que una explosión, justo en el momento menos oportuno.

-Cambiate rulitos -se levantó de la cama y salió de la habitación.

Yo negué con la cabeza riendo y me volví a tirar en la cama.

-Hiccup, ¿a dónde vamos? -íbamos caminando a Hiccup sabe dónde.

-Tranquila, vamos a un restaurante.

-¿Cuál?

-Ya vamos a llegar.

-Es que ya tengo hambre -hice un puchero e Hiccup río.

-Y decías que no -se rió-. Llegamos.

Entramos a un restaurante, muy lindo, y comimos muy tranquilos aventándonos de vez en cuando pedazos de pescado, muy maduros.

Cuando pagamos y salimos, nos fuimos a caminar.

-Ahora. ¿A dónde quiere ir la rulitos?

-¡No me digas así! -empecé a ver por todas partes y encontré una tienda de bebés-. ¡Ahí! -agarré de la mano a Hiccup y lo arrastre hasta la tienda.

-¿Para qué quieres ver cosas de bebés?

-Por que voy a ser mamá, idiota -canturree-. ¡Mira que hermoso! -grite cuando vi un vestido de niña rosita y azul pastel.

-Yo no sé que le ven a los vestidos.

-Para ver la hermosura de los vestidos de bebés tienes que estar embarazado, ser mujer o ser gay. Aunque eso último ya me lo confirmaste con... ¿Will? El que estaba en tu casa

Empecé a ver todos los vestidos y ropa de bebé que se cruzaban por mi camino. Eran simplemente hermosos.
Me entretuve con una cuna pequeña que tenía mucho peluches y era verde, empecé a imaginarme a mí meciendo la cuna y a mi bebé en ella tratando de entregarse al sueño y también me imagine a Hiccuo cantándole enseguida de mi. Realmente esa imagen me hizo sonreír.

Cuando sentí unos brazos rodeandome la cintura y tocando mi vientre poco abultado, giré la cabeza unos centímetros y vi a Hiccup mirándome, le sonreí y volví a fijar mi vista hacia la cuna.

-No soy mujer, ni voy a estar embarazado y tampoco soy gay. Eso te lo puedo asegurar.

-¡Hiccup! ¿A dónde quieres llegar con eso? -me reí.

Él suspiro y pego sus labios a mi oído.

-¿Quieres ser mi novia?