Capítulo 12.

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Realmente, todos deberían de estar avergonzados de mí. No sé como hervir agua... sí, tírenme todo lo que tengan en su alcanze. Bueno, estaba muy aburrida después de que Hiccup se fuera a trabajar y me dije "¿por qué no hacer la comida?" y como pueden apreciar, el agua estaba más que quemada y desparramada por todos lados. ¡Hasta me queme el dedo! Maldita agua endemoniada.
Pegué mi cabeza en la pared admirando mi obra de arte. Y bufé.

Hiccup no se va a enojar, va a entender. Hiccup no se va a enojar, toda va a estar bien.

-¿Por qué se enojaría? -preguntó Eugene, que estaba sentado en la barra demasiado ocupado en su celular.

Mierda, ¿estaba pensando en voz alta?

-Sí, estás pensando en voz alta -repitió digiriendo su mirada de nuevo al celular.

Su pinche madre...

-¿Qué haces aquí? -pregunté irritada.

-Estoy viviendo aquí y obvio, puedo pasearme por donde quiera.

-¿Y por qué no te paseas por un trasero de caballo? -aplaudí con una falsa alegría.

-Perdón... -susurró.

¿Qué?

-¿De qué? -puse los ojos en blanco.

-Perdón por dejarte embarazada y sola, perdoname por ser un idiota e irresponsable... -¿qué estaba pasando?

-¿Perdón? ¿Quieres qué te de el perdón? -todas aquellas palabras salieron cubiertas por un total tono de ironía.

-Sí.

-¿Al menos te harías cargo del bebé? -le pregunté, ya irritada.

-¿Qué? ¡Ja! Sólo te estoy pidiendo perdón, no te estoy diciendo que me haré cargo de ese mocoso -se rió sarcásticamente, retándome con los ojos.

Y el color abandono mi cara, mi ojos se aguadaron y me mordi el labio lo más fuerte que pude.

-¡Jamás tendrás mi perdón! ¡Por tu estúpida culpa he perdido a mis amigos, a mi hogar, a mis padres! ¡Mi vida se echo a perder por tu culpa! ¿Y tú me vienes a pedir perdón? ¡Bravo! Ahora si me disculpas.

Salí de allí dejándolo con las palabras en la boca y golpeándolo en el proceso. Lágrimas frías empezaron a caer por mi rostro y las eliminaba rápidamente con la manga de mi camisa. Subí rápidamente por las escaleras y al llegar a la habitación me tumbé sobre la cama y las lágrimas salieron sin control y yo deje que fueran libres.
¿Cómo es qué mi vida va de mejor en peor?


Me levanté y empeze a bajar por las escaleras con pasos lentos mirando hacia todos lados cuidando que no estuviera nadie. Y así era, ni Hiccup ni Eugene se encontraban en la casa. Estaba controlada, no podía mover ni un musculo de mi cuerpo, era controlada y hacia las cosas sin pensar. Llegue hacia la cocina y mire platos y vasos rotos, no me importó. Caminé sobre ellos mirando mi objetivo, un cuchillo. Ni yo misma se por que me dirigía ahí, sólo actuaba. Al llegar a la barra donde se encontraba el cuchillo, lo agarre. Primero me lo pase por los dedos sin hacerme daño alguno pero después lo agarre entre mis manos y lo apunte contra mi estómago. ¿Qué estaba haciendo? Gritaba por dentro y jalaba con todas mis fuerzas para alejarme del cuchillo pero nada pasaba. Yo no mandaba mi cuerpo. Hasta que sentí un dolor atravesarme y solté un grito desgarrador, mire hacia abajo, el cuchillo me había atravesado el vientre, lágrimas bajaban por mi rostro, ¿qué hice? Solte el cuchillo lleno de sangre, he perdido a mi bebé. Lo he perdido, la sangre me escurria y me caí de rodillas mirando borroso hasta mirar todo negro.

(●'∀`●)(●'∀`●)

Soy bien malota, okno :'(
Si me quieren lanzar limones, está bien. Si me quieren matar, ok :'(

¡BYE!

Vous Apprenez (Mericcup) [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora