Capítulo 5

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-¿Él? ¿Es él padre de tu futuro hijo? -me preguntó cuándo logré calmarme. Suspiré fuertemente, su rostro estaba cubierto por una capa de incredulidad, y no lo podía culpar.

-Sí -apenas susurré cuando volví a caer en las lágrimas.

-Lo siento Mérida, no lo puedo correr, no tiene donde vivir y yo soy muy noble para ello -su voz estaba cargada de arrepentimiento.

-Tranquilo, no te preocupes tal vez yo me podría ir y asunto resuelto. No soportaría verlo todos los días.

-¡No! Digo... claro que no Mérida, tú dormiras en mi habitación y no dejaré que se acerqué a ti, le pediré que consiga trabajo para que se pueda ir más rápido.

-No tienes que hacer eso.

-Claro que sí.

-No -insistí.

-Si y punto final -se incorporó decidido.

-¿Y qué haremos?

-Vamos, no tenemos que estar aquí, y además ya no se nota que lloraste -me agarró de la mano y me sacó de la habitación dirigiendome a la sala.

-No es necesario...

-¡Mérida! Te vez más hermosa -la voz gruesa y cargada de odio que pertenecía a Eugene Fitzherbet resonó por mis oídos haciéndome poner en alerta, una sonrisa burlona se dibujo en su rostro.

-Te agradecería que no le dijieras nada -le dijo el castaño que estaba a mi lado entre dientes apretandome más la mano.

-Lo siento, ¿qué comeremos?
Tengo hambre -dijo mientras se frotaba las manos y caminaba a la cocina. Q lo cual nosotros le seguimos.

-¿Chuletas? -soltó mi mano y se encaminó al refrigerador sacando un paquete de ellas.

-Me parece perfecto -se sentó como si fuera su propia casa en una de las sillas del comedor y yo hacía todo lo posible para guardar la calma y no lanzarme a golpearlo.

-¿Mérida? -me dijo alzando una ceja y yo asentí, no tenía demasiadas ganas de entablar una conversación.

-A comer -dijo Eugene ya cuando Hiccup había puesto los platos de chuletas en la mesa.

Y de ahí en adelante fue un silencio incómodo, nadie hablaba y yo le dedicaba algunas miradas de ayuda a Hiccup y miradas de "muérete" a Eugene, entonces fue una comida muy divertida, hasta que se fue la luz.

-¿Qué paso?

-Se fue la luz -sólo faltó el "duh" dedicado hacia mí para matarlo sin piedad alguna.

-Iré a ver que sucedió con la electricidad.

-¡No! -me acerque a él y sin pensarlo lo abracé-. No me dejes con él-le susurré lo último para que solo yo y él escucháramos.

-Te llevaría pero ahí muchas escaleras y tengo miedo de que te caigas, no quiero perder el riesgo, pero si te hace algo corres al baño y te encierras.

-No me dejes sola -tenía miedo, cada músculo de mi cuerpo estaba tenso.

-Vendré y rápido -dicho esto lo solté y salio por la puerta y yo me quede viéndola como inútil.

-Al fin solos linda Mérida.

-Aléjate de mi.

-Eso no decías aquella noche, pequeña. Y ahora, ¿ya te has acostado con Hiccup? -cada palabra que salía de sus labios estaba llena de ironía.

-¡¿Qué?! -ya me estaba cabreando y eso que llevábamos dos minutos ahí.

-Vamos Mérida, quieres alguien que cuide a ese mocoso que llevas dentro ya que yo no me quize hacer cargo y claro, un hombre millonario podría ser perfecto.

-Yo no soy una caza fortunas -le conteste irritada-. Yo sé que puedo salir con mi bebé sola, sin nadie más. Hiccup es una buena persona y no me aprovecharía de él.

-Vamos Mérida, no te hagas la inocente eres una fácil.

-¿Fácil?

-Sí, te acostaste conmigo en un abrir y cerrar de ojos que no duraría que te aproveches del pobre de Hiccup. Cuando sigues enamorada de mí.

-¿Sabes? -me acerqué a él hasta quedar frente a frente-. Por ti perdí el cariño y respeto de mis padres, por ti perdí mi hogar, por ti muchos sueños, por ti perdí a mis amigos y a cambio conseguí sus burlas, ¿crees qué sigo enamorada de ti? Pero tú no me vas a arruinar mi futura vida aquí y ya te he superado, no volveré a caer en tu juego -cuando pude estar más cerca de él rápidamente levante mi pierna dándole en su entrepierna.

Él se retorció de dolor y en ese preciso momento aproveche en reunir mis fuerzas y aventarlo contra la pared haciéndolo chocar y perder el equilibro, aproveche ese momento y salí corriendo al cuarto más cercano que justamente era un baño, llegue y me encerré con el seguro, segundos después Eugene tocaba lo más fuerte que podía y yo me trate de ocultar en la bañera.

-Regresa Hiccup -susurré cuando los golpes pararon. Abrace mi cuerpo que estaba temblando por el miedo y escondí mi cabeza entre mis piernas tratando de calmarme.

Vous Apprenez (Mericcup) [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora