Capitulo 21

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Mañanas.

¿Que puedo decir de ellas?, solo que no había logrado comprender su gran importancia en nosotros, y como estas pueden ser dar razones para levantarnos enojados con el mundo, o en mi caso con una sonrisa en el rostro.

Como no tener una gran sonrisa cuando con mi mano, y en movimientos muy silenciosos, al igual que cuidadosos, poco a poco voy moviendo la sabana blanca que reposa sobre la gran retaguardia del temple de hombre que tengo acostado a mi lado, quien tiene una siesta muy tranquila.

Trato de anular cualquier sonido que pueda hacer, tan solo me concentro en terminar mi arduo trabajo, para así apreciar una muy buena retaguardia.

" diosa luna, que buena bendición nos has conseguido" ronronea mi loba en el momento que aprecio completamente esas dos nalgas ni tan blancas ni bronceadas, en un tono perfecto para mi.

Ayer no pude apreciar muy bien que digamos el cuerpazo de mi mate, pero ahora que tengo frente a mi una gran espalda con uno que otra marca de mis uñas, mas encima esas nalgas que debí apretar mas, me doy cuenta que un pequeño deseo por morderle una esta comenzando a habitar en mi.

Me levanto con sumo cuidado de la cama, intentando no hacer ni el mas mínimo ruido posible, consiguiendo así poder estar sentada sobre el colchón para lograr tener una mejor vista.

Quien diría que tener sobre tu cama la completa vista de la parte trasera de un hombre desnudo podría causar que inicies el día con una sonrisa, además de tu entrepierna empapada.

No puedo contener las ganas de pasar mi dedo lentamente por su espalda, estableciendo un recorrido que causa en el futuro Alpha un gruñido que me hace recordar como se adentraba en mi hace unas horas.

Que buena follada.

Al sentir su piel caliente en contacto con las yemas de mis dedos, decido que tal ves deba unir mi otra mano a la ardua labor, una la cual me guía hacia su espalda, para ubicarme a horcajadas sobre esta, que dando de frente con su trasero y esas piernas bien formadas.

Estoy a punto de pasar la palma de mi mano por sobre la superficie que atrae mi atención, pero en eso una voz ronca, varonil y causante de que casi tenga un orgasmo de tan solo escucharlo, provoca que deba apretar las piernas alrededor de su cuerpo.

- hermosa, ¿Qué es lo que estas haciendo? - cuestiona moviendo un poco su rostro para alcanzar a observarme.

Mis manos que estaban a centímetros de llegar a esa zona que tanto llama mi atención, se quedan paralizadas un segundo, tan solo uno para así terminar la acción que tenia planeada.

El rostro de mi mate cambia un poco, y aun mas sus ojos, los cuales comienzan a oscurecerse mientras mis manos se pasean con autoridad por sus dos nalgas.

- tan solo tanteo territorio... - me muevo un poco sobre su espalda, acomodándome mejor, para así permitirme mover mis manos en la superficie dura y apetecible - me cercioro de que la mercancía se encuentre en buen estado.

Decir que no me encanto el ver como su rostro adquiría ciertos toques aun mas varoniles, mientras sus ojos cambiaban de color, permitiendo que en mi cuerpo una corriente pasara por mi columna vertebral.

- ¿y como va la inspección? - me sigue el juego, manteniéndose en la misma posición, pero aun así sin desviar su completa atención de mi persona.

- debo decir futuro Alpha, que posee un muy buen trasero - espeto antes de que de un movimiento de imprevisto, uno rápido que sorprende a mi mate, al igual que lo hace gruñir en cuanto mi boca llega a su nalga derecha para dejar un beso húmedo, seguido de que mis dientes hagan acto de presencia.

Tu AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora