Capitulo 14

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¿Qué debo ponerme para ver a la hermana de quien alguna ves fue mi mate, quien esta sufriendo a causa de mordida de vampiro sin olvidar que también iré a la visita con mi segundo mate?

Mis elecciones son bastantes nulas, es por ello que me voy con un jeans y una camisa verde de tiras.

Intento disipar las posibles opciones de lo que pueda ocurrir en esta visita, buscando de alguna forma no llamar una catástrofe innecesaria.

Muchas muertes han ocurrido desde hace veinte años, muchas vidas fueron reclamadas buscándose la paz, buscando ganarles a esos malditos vampiros, y a pesar de que la guerra termino, no por ello quita que los vampiros sigan en defensa de ataque hacia nosotros, buscando tener mayor liderazgo.

Ahora son muy pocos los vampiros que crean tretas por el poder, debido a que la derrota de Reinal y la manera tan sádica en como el Alpha y Melody los mandaron para el infierno fue un perfecto escarmiento al igual que advertencia ante una rebelión masiva.

Pronto mis pensamientos son detenidos al sentir una mano tomando la mía, buscando enredador sus dedos con los míos.

Giro mi cabeza en busca del causante de tal acción, dando con Asher, quien tiene sus ojos grises puestos en mi rostro, mientras su ceño se encuentra un poco fruncido.

- mi hermosa - es lo primero que dice al tiempo que su dedo pulgar acaricia mi piel -¿todo bien en esa cabecita?- cuestiona con una sonrisa, una que me contagia por la tranquilidad que su cuerpo inunda en el mío.

Es increíble ya como a un día de la marca esta ya realiza sus efectos satisfactoriamente, volviéndonos mas cercanos, mas necesitados del otro, y esa fue una de las razones por las cuales Asher durmió en el apartamento en el que estamos Sophia y yo, específicamente en mi cuarto.

La otra fue que necesitaba unos brazos que rodearan en toda la noche, un cuerpo que me sostuviera antes de estrellarme directamente al barranco.

- solo estoy tratando en no pensar en lo que se viene - digo refiriéndome a las emociones que sentiré de volver a ver a esa chiquilla que ya no es ni una niña pequeña, ni una adolescente.

- todo estará bien hermosa - dice buscando calmar mis nervios por la expectación de lo que pasara.

- eso quiero creer, pero cuando mas intentaba convencerme de eso, fue el momento en que todo empeoro - sincero mis sentimientos con él, sin importar lo poco que llevamos sabiendo que somos una pareja, porque a pesar de todo lo conozco, vi como creció y puedo asegurar que me puede escuchar.

- si eso pasa, ten por seguro que voy a estar a tu lado- responde llevando su otra mano a mi mejilla para acariciarla levemente antes de dirigirla a mi nuca y acercarme un poco a su rostro.

Mis ojos se pasean por todo su rostro, terminando su atención en esos gordos labios que atraen totalmente.

Pronto nuestra distancia se vuelve mínima, quedando nuestras bocas rozándose entre si, tocándose ligeramente, buscando provocarnos el uno al otro, en una guerra por quien es el que primero sucumbe al otro.

Mi mano se dirige a su pantalón, estableciendo mi palma abierta en su miembro, uno al que a penas toco puedo saber perfectamente la erección que se a formado en segundos.

" eso es un récord" expresa Tania en medio de un ronroneo que provoca que el tamaño de su pene se agrande un poco mas.

Ya se me antojo.

Mis ojos se centran en los suyos, admirando el momento exacto en el cual estos empiezan a tornarse de un color distinto, uno que identifico claramente con su lobo.

Tu AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora