24.
Si el mundo se acabase mañana yo estaré muy devastado porque hace mucho que no te doy un beso, habrán pasado días sin tocar tu piel y noches sin oler tu vientre.
No quiero volar entre escombros sin antes cerrar mis manos entre tus poros, sin mojar mis ganas con un abrazo mientras mis ojos te comprenden.
Porque regalándome diez minutos finales, soy capaz de quebrarme los pies por estar contigo, para acariciar tu fe con miedo a que nos perdamos juntos.
Te haría mi esposa mientras el temblor nos sacuda las piernas, quisiera que hasta el último minuto yo pueda llamarte mi amor.
Una vez desvanecidos, mis uñas se aferrarían a ti cuando nuestras almas ya estén viajando a Titán, correré para encontrarte, desesperaré para besarte otra vez, fuera de la tierra volvería a necesitar de tu amor y de tu temperatura.
En un lugar frío cerca de los anillos pasaría el resto de mi doble vida sediento de ti.
Desde los dedos de tus pies hasta tus estrellas fugaces, desde tus cordilleras hasta tus humedades, desde lo terrestre hasta lo universal. Desde el minuto cero te volvería a amar.