18.
Fue justo en el momento después de que me sentenciaste, destruiste el dolor con tu color rojo.
Tienes la manía de reposar tus piernas en las mías, nos regíamos bajo las leyes de moralidad sentimental, teníamos tres ocasiones sin rozar nuestros colores, ese día fue algo distinto.
Una mirada fue la causante de sentir una explosión de placer en mis receptores sensoriales, el horizonte se miraba reluciente, el pasto brillaba y las aguas termales exhaustivas de calor, mis neurones parecían fuegos pirotécnicos iluminando raíces y rincones que mi sapiencia aún no conocía, me elevaste a la punta de tu montaña para acariciar mi ser con tus rojos aterciopelados, me llevaste a la tierra maravillosa donde muchos suelen ir después de su muerte, pero yo llegué al cielo solo porque me habías besado por primera vez. Eso sentí.
Dichoso mi tacto que palpa tu color pantone 13-1404 desde tu color castaño claro, que gusta de pausar en tu color rosa para terminar en tu color blanco. Repetimos evocaciones en una jornada que conocemos, nos motivamos agraciados explotando de amor y salvajismo pero en un lento escurrimiento, me hundí en tu pecho, me encogí para que disminuyeras mis ritmos y sin resultado alguno, solo aumentó el vaivén de mis lágrimas que agradecían tu temperatura, tu olor, tus colores, tú.
Soñar e imaginar no es siempre lo mismo, cuando te sueño, imploro tu mirada y cuando te imagino, anhelo tu sonrisa. Sucede todo el tiempo y acontece que, soñar contigo es un regalo para enmarcar en mi tesoro pero imaginarte a ti conmigo es siempre mi permanente deseo. O tal vez no he aprendido a diferenciar, para mí es lo mismo, mi vida, siempre te sueño todo el tiempo y en cualquier tiempo te imagino para siempre en mi vida.
Las fechas se apilan sin que pueda verte, la agonía es incesante, mi alma te necesita, quiero volver a juntar nuestros colores rojos, quiero que volvamos a tenernos juntos, hundidos en amor y escurriendo en los actos que nos ha robado la cuarentena. Amor, cuento los días para volver a estar junto a ti, es horrible no sentir tus manos, extraño tu seda, sueño tus besos e imagino tus colores. Te amo y no puedo dejar de pensar en ti, ansío con fuerzas volver a degradarme en tus brazas para que después me evapore y con tus ojos me remitas al cielo de nuevo. Te amo.
Es algo que no comprendo todavía
cómo me enamoraste con plusvalía
obvio que tu mirada algo escondía
te prometo mi amor al final de la víaTu amor me seda como la morfina
la acuarela de tu cuerpo sola no camina
hasta el fundimiento de mi estamina
yo estaré de ti enamorado, CarolinaY entonces mi sangre hervía, tus muslos se alejaron después de que me besaste pero los volví a tomar porque quería que me volvieras a acariciar, después de tu valentía hice la pregunta que durante meses esperábamos y durante vidas mantendremos. Después de aquello volví a sentirme vivo, volví a tener ganas de respirar, volví a confiar. Gracias a ti, volví a ver los colores de la vida.
Te amo.