13.
Donde las tentaciones del creador se esconden planeando generar ciclones con tornados y olas que aceleren mi ritmo cardíaco cada que sonríes, míticos sueños se alojan detrás de los puentes lacios que emergen de la imaginación más poderosa del universo, brillantes texturas a punto de expirar cada gota de mi líquido favorito.
Donde siempre estás en tu máximo esplendor y esta madrugada estrellas mis sentimientos sincronizados con los sonidos de los árboles chocando unos con otros como tu risa erizando cada poro de mi piel, los ríos quebrándose con las rocas, los matorrales rindiéndose ante ti. Eminente punto de luz en medio de la infinita oscuridad, lejos de mi tacto, cerca de mis brazos, blanca como tu alma, brillante como tu existir.
Donde fumigas las tristezas y apaciguas mis carencias mentales, conservas lo que te nutre para trasladarme a tu inicio con un beso, cercana de la Tierra, vigilante natural que al pasar de los años te acercas cada vez más, regalándonos lujosos destellos con cada parpadear.
Donde la sapiencia humana aún no te descubre por completo pero nos haces imaginar la pasión hasta el grado de cremarnos juntos al paso de tus movimientos inhumanos que me dejan fuera de este planeta pero rendido ante y abajo de ti, inundando el territorio con las exhaustivas provocaciones de tus aterciopeladas curvaturas, compañera del universo, única en el sistema y exacta en tu circunferencia.
Donde si sales a mirar la luna llena y luego tu silueta en un espejo entenderás la confusión de mis ideas; la luna es la que existe y a ti es a quien tengo, a ambas admiro y por ambas me muero, confusión en mis ideas por no saber a quién le escribo, es que son tan semejantes.