17.
Clair de Lune- Claude Debussy
Las manecillas van incesantes a indicar la hora donde deberíamos estar planeando qué hacer durante el resto de la noche hasta que alguno de los dos quedase abatido por el peso de nuestro amor.
No he tenido el mejor de mis días pero tampoco hay novedades en él, sabes lo que lo provoca y también sabes cómo mejorarlo, lo haces como solo tú lo sabes hacer, siendo y existiendo solamente tú.
La distancia nunca nos va derrotar, cada día que paso lejos de ti, cariño, es otra oportunidad para agradecerle a la vida de que estés a mi lado y un día menos para volver a saborearte, para volver a admirarte.
Te pido una disculpa arrodillándome ante tu voz porque no tuve el mejor de los tratos cuando te despertaste, reconozco mi error y no puedo vivir si no veo tus ojos asintiendo.
Tu sueño es maravilloso, tú vives mientras yo descanso y yo te extraño mientras tú sueñas.
Estás en mi oído, quisiera saber qué estás creando en tu linda imaginación, tus suspiros me hacen saber que estás tranquila, que eres feliz, que estoy logrando mi objetivo, que por fin estoy viendo mi esfuerzo reflejándose en tu sonrisa cuando te digo lo mucho que te amo.
Es una buena señal, es una inspiración para seguir haciéndote la más feliz del mundo, las barreras no existen cuando de consentirte se trata, es hoy cuando te vuelvo a jurar, amor, siempre estaré a tu lado, nunca te hará falta un te amo a cualquier hora del día, por toda la vida te seguiré amando pero sobre todas las cosas, te seguiré haciendo muy feliz. Te lo prometo.
Princesa de mi castillo, aquel que creamos con el poder de nuestra imaginación, en el que estoy totalmente a tu disposición, después de todo, iré otra vez por ti, correré a derretirme entre tus brazos, me sanitizaré en tus labios, iré a rendirme ante ti y volveré a agradecerle a Dios por tu creación cada que me mires.
Amor, hoy más que nunca, pero no más que mañana, y quizás igual que cuando sea viejo, te amo, te amo mucho, amor de mi vida, mujer de mis sueños, te amo con todas mis fuerzas.
La noche me envuelve en el pesar de mis párpados, las teclas de Debussy completamentan el son de tu respirar, para cuando despiertes yo ya estaré soñando contigo, solo te ruego que sigamos siendo lo que por infinidades deseamos ser, te ruego que por eternidades nos sigamos amando loca y descontroladamente.
Que por el simple hecho de tu vivir, yo estoy al borde de por extrañarte, casi morir.
Te amo, como siempre, Leonel.
