Por detrás de los vórtices que succionaron los números del calendario, existen recompensas que nos ayudan a mantener la llama de nuestro calor hoy en día.
Meses, días, horas, minutos y segundos pasados y mis letras extraviadas toman la batuta de mi vida de nuevo para decirte que a escribirte, vuelvo.
Resurjo a plasmar en ti sobre ti, princesa.
Te dejo con la duda, preciosa, te dejo con la intriga, te dejo con los sucesos que grabó la caja negra.
Te amo mucho.