4.
Después de llegar a la sala de espera apareció un doctor que preguntó mis padecimientos, no tenía mucho en qué pensar, aún seguía bajo los efectos de la cerveza y de tu mirada, casualmente adicto a ambas.
Padezco de una arteria cerca del corazón y de tener la dicha de besar los labios más sueves del terráqueo, evidentemente ambos me matan, la arteria me esteriliza, tus labios me estabilizan.
Horas antes habías puesto tu disposición a que el ataque se contrarrestara, me abrazaste y mis pulsaciones disminuyeron, mi corazón estuvo cerca del tuyo, también lo dominas completamente a él.
Repentinamente asentí que eras mi mujer exacta, el todo te envida nada, nada que me haga dudar que ahora eres mi todo.
Habitante de cabello lacio, pupilas persuasivas, manos estelares, silueta de óleo, amor de mi vida. El órgano no durará mucho, tus movimientos durarán para siempre.
El final inminente de su capacidad puede presentarse en un segundo, mi amor hacia ti capacita para ser sincero infinitamente.
Entre cables conectados al pecho, la enfermera me pide que cierre los ojos y piense en lo que me hace feliz porque todo va a estar bien, preferentemente cierro los ojos y sólo pienso en ti.