Razón

38 0 0
                                    

12.

Mujer de mi vida, hacía mucho tiempo que no hablábamos de ti, de las cosas que me hacen visitar las entradas de los creadores que al mundo le confiaron tu creación, al suelo el placer de pisarlo y a las estrellas la razón de estar brillando.

Le doy las gracias al último individuo que no supo encontrar la belleza de tu persona pero cómo exigirle a aquellos que no son como yo, amor, ¿te han dicho lo preciosos que son tus ojos? Son mi droga, la más letal, cuando fijas tus pupilas hacia mi boca me causas extasiados sentimientos, desde que me enamoré de ti, nadie me hace soñar una vida con alguien que no sea contigo.

Tus manos, hay puentes enteros que conectan ciudades con pueblos, carreteras con avenidas, cuando tomo de tus dedos enchufas mi corazón con el tuyo.

Tus labios que ahora mismo se encuentran inactivos, los causantes de nuestro Big Bang, los que desde el día que aceptaste estar conmigo no han dejado de ser mi última afiliación.

Cuando peino tu cabello con afán de sentir las corrientes del terciopelo pasar por mis cornisas, agradezco que prefieras mis manos a tus cepillo porque el cepillo no te mira a los ojos, no te dice te amo y sobre todo, no te da un beso en la frente después del ocaso.

Hay infinidades de aspectos que me encantan de ti y que no encontraré en alguien más, por esta razón, los días que no te veo sólo me gusta salir a la terraza, mirar el atardecer, ver una foto tuya y agradecerle al creador que me puso en la vida a la más hermosa, perfecta y bonita mujer.

Textos Amateurs De Un Amor Experimentado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora