Ely Johnson es una chica universitaria que aún sigue viviendo con las mismas tradiciones familiares de hace años, y al recibir una llamada de su madre tendrá que hacer lo que desde hace un tiempo no realizaba... buscar a un chico en su inexistente l...
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12 de marzo, 2013
— ¿Pero qué es lo que te ha dicho realmente?
— Que a principios del mes que viene quiere conocer a mi "novio" — conteste con algo de ironía.
— Vaya... — soltó un suspiro. — ¿Y cómo a quién le podrás pedir ayuda?
— ¿Crees que tengo la menor idea? — dije casi gritando. — He pensado en Tagg. Pero no lo sé.
Empezaba a desesperarme. Claro, era normal. Muy normal. Si claro.
— ¿Y crees que quiera ayudarte? — nos quedamos en silencio. — Tengo una idea, ¿Y si se lo pides a Oliver?
— ¿Estás loca, Vane? ¿No crees que es algo precipitado?
— ¿El qué? — pregunto con duda. A veces me preguntaba si era tonta o solo hacia que lo era.
— El que le pida al novio de mi mejor amiga que sea mi novio falso por unos meses. No, ni loca lo haría.
A veces me pregunto qué es lo que pasa por la cabeza de mi rubia amiga. Suele ser inteligente pero ahora en estos momentos creo que no tanto.
— No pierdes nada, Ely. Pregúntaselo. Es más, yo te ayudaré a convencerlo si te llega a rechazar.
— No, Ollie está fuera de la lista de candidatos.
— Oh, vamos. Inténtalo. — insistió a través del celular, y sé que en estos momentos debería estar haciendo algún puchero. La conozco bastante bien.
— Está bien. — dije resignada. — Pero si me dice que no, no lo mencionaré de nuevo ni nada, esto lo estoy haciendo solo porque, la pesada de mi mejor amiga me está casi tirando, por no decir ofreciendo a su novio.
— Okey. — suelta unas risitas.
— Ey, no es gracioso, ¿entiendes?
— Si, lo sé, no te molestes.
— Entonces, le marcaré a Tagg y luego a Oliver, ¿está bien?
— Perfecto, en caso de algo llámame.
— Lo haré.
Corte la llamada, tome una bocanada de aire para después expulsarlo. Teclee de memoria el número de Tagg. Coloque la bocina en mi oído esperando a que contestara. Dudo de que no me conteste, así que espero otro pitido y efectivamente contesta.
— ¿Ely? ¿Qué pasa? — le oigo preguntar algo confundido, posiblemente estaba sorprendido, nunca lo llamó, siempre hablamos de frente.
— Tagg, necesito tu ayuda.
— ¿Qué pasa, cariño?.
— Necesito que seas mi novio falso. — dije yendo al grano y lo escucho soltar un suspiro de alivio. — Por favor.
