Estábamos ya en el coche, sentí como comenzaba a avanzar; aún seguía en shock por lo sucedido. Resignación. No me quedó de otra más que resignarme. Ya no se me ocurrió nada, lo que dije fue en vano, así que mejor me di por vencida. Aun no entiendo porque mis padres decidieron esto, ¿Qué estarían pensando? Esto nunca había pasado. Pero me doy cuenta de que esto ya es otra cosa, se podría decir que Alex es como mi cuarto novio.
Volteo a mi izquierda y ahí está el señor todas mías, con cara seria y prestando atención a la carretera, aun no salíamos de Twin Peaks, estábamos a punto de llegar a sus características curvas; frunzo el ceño, apretaba con todas mis fuerzas mi mandíbula, al grado de que me empezaran a doler.
— ¡Eres un idiota! — grite a todo pulmón, aun lo seguía viendo con el entrecejo fruncido. Volteo a verme con desconcierto.
— ¡Oh perdón, señorita perfección! — alzó un poco la voz con un tono de enfado, arrugó la frente y me sostuvo la mirada por unos segundos para luego volver a lo suyo.
— ¿Cómo es que abriste tu bocota? ¡La has cagado! — estaba enojada, eso estaba confirmado, se podría decir que no estoy dentro de mis cabales.
— ¿Acaso conoces los nervios? ¡Estaba nervioso! — ahora estaba gritando como lo hacía yo. — ¡Y ni loco les mentiría que vivo con mis padres!
— ¡Lo hubieras hecho! ¡Ahora tendré que soportar a la persona que más detesto por un año entero! v sentía como la sangre me comenzaba a hervir, esto no era lo planeado,
¿Qué podría salir mal?
La voz de mi madre se hizo presente en mi cabeza, ¡Esto es lo más malo que me ha pasado hoy! Sinceramente no sé qué más podría salir mal.
— ¡No, ni por un millón de dólares! — oigo decir a Alex aun con su tono de enfado. — Como si a mí me hiciera ilusión vivir contigo.
— ¡Mejor cállate! — hice una pausa, dirijo mi vista hacia la ventana, ya estábamos en el tráfico, podía ver como la calle estaba más iluminada y los carros pasar. — ¡Se aprecia mejor el silencio que tu molesta voz!
— Yo no sé cuál es el afán de hacerme la vida imposible, Ely. — dice parando el carro, tras ver el semáforo en rojo.
— ¿Qué? ¡Tú, eres el que me hace la vida imposible a mí! — vuelvo a verlo, su mirada esta fija de mí, podía ver algo de odio en ella, a pesar de estar un poco a oscuras y solo nos ilumina un poco la tenue luz de afuera.
— Si, como digas. — vuelve su vista al frente y arranca. — Solo te digo una cosa, yo seguiré con lo mío.
— Haz lo que quieras, a mí me importa un comino. — le hago una ademan con la mano. — Si no te veo, mejor para mí.
— ¿Qué? ¿O sea que si te iras a vivir a mi apartamento? — me mira anonadado, pasa su lengua por sus labios y vuelve su vista hacia la carretera con el entrecejo fruncido.
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¿Novios Falsos?
Teen FictionEly Johnson es una chica universitaria que aún sigue viviendo con las mismas tradiciones familiares de hace años, y al recibir una llamada de su madre tendrá que hacer lo que desde hace un tiempo no realizaba... buscar a un chico en su inexistente l...