Un golpe resonó contra la puerta de mi casillero, proveniente de atrás. Al darme la vuelta, me encontré con el rostro enfurecido de Levie, quien tenía la palma recargada.
—¿Cómo te atreves a entrometerte en mi relación con Damon? —exclamó furioso, su rostro moreno enrojeciéndose ligeramente por la rabia.
—Yo no hice nada, fuiste tú quien lo arruinó. Tú me metiste en donde yo nunca quise.
—Damon y yo somos amigos desde antes que tú llegaras, ¿crees que te elegirá sobre mí?
—Yo no fui quien lo puso en esa posición —mantuve mi barbilla alta; si pretendía intimidarme por su estatura, estaba muy equivocado—. Si nunca hubieras hecho lo que hiciste, nada de esto habría pasado. Además, no estoy compitiendo contigo. Damon es tu amigo; no deberíamos estar peleando por eso.
Se acercó amenazante, y me preparé para lo peor. Pero ese momento nunca llegó. En cambio, suspiró rendido, inclinó la cabeza y, cuando la levantó de nuevo, sus ojos ya no mostraban la furia de antes. Ahora expresaban compasión y algo que interpreté como tristeza.
—Mira yo... —presté más atención para asegurarme de que estaba por decir lo que yo creía, sin embargo las palabras no lograron salir de su boca, y en una posición encorvada antes de irse dijo:— Es bueno saber que estás bien.
Lo observé alejarse, había algo en su mirada que me hizo reconsiderar dejarlo ir, aún tenía preguntas, pero tal vez era mejor así.
Suspiré pesadamente a ojos cerrados, dejando caer mi peso en mi casillero.
Como alguien con quien compartía el mismo tormento, Levie debía entenderme muy bien, pero no éramos iguales.
—¿En serio vas a inscribirte al club de música? ¿No bromeas? —Elaine expandió los ojos, apartándolos del violín que estaba afinando.
—¿Cuándo he sido bueno para bromear? —respondí.
—Tienes razón, no puede ser eso. Tal vez fue que cierto chico te inspiró.
Mis ojos recayeron en ella con aburrimiento.
—¿Es en serio? ¿Esta es la parte en la que me dices que me gusta Damon?
—No sé, puede ser, sólo piénsalo. Nunca antes te ha gustado alguien.
—Y con más razón, él solo me agrada.
—Mhh, bueno, a quién no. ¿Sabes que a todas las personas a las que les agrada lo quieren besar?
Hice un gesto de desagrado.
—¿Incluida tú?
—Ahhh, no, no. Yo no. Ya tengo a mi amorcito —apretó el instrumento contra su pecho.
Levanté las cejas.
—¿De qué me perdí?
—En cuatro años pasan muchas cosas, ¿sabes?
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El Cristal del Príncipe [Cristal#1]
Teen FictionLa oscuridad de Ethan se escondía a través de la luz de Damon. Juntos eran un hermoso eclipse, ¿Pero qué pasa cuando existe el Sol sin la Luna? Inicio [01/01/2022] Final [23/02/2023]