OH YEAH... FELIZ CUMPLE, SWEETHEART (smut? Nah, lemon)

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Algún 16 de septiembre entre los años 1848-1861...

No había sido de sus mejores noches, las grietas en la cama podían confirmarlo. No había sido nada silencioso, las miradas azoradas de las mujeres del aseo se lo recordaban. No había sido nada gentil, las sábanas rasgadas y el dolor en su cuerpo se lo atestiguaban. No la había dejado dormir ni una hora, las bolsas de sus ojos se lo gritaban.

Pero a pesar de todo permaneció allí, abrazando sus rodillas y hecha un ovillo bajo los guijarros de sábanas restantes, ahogada con el hedor de su cuerpo siendo tomado, con el sudor del esfuerzo, con el elíxir de las liberaciones y con la esencia de vainilla para disimular todo aquello. Sin embargo, al probar sus propios labios para bajarles la hinchazón, solo le sabían a él; al pasear sus dedos sobre las magulladuras de sus brazos, solo lo sentía a él; al mover las piernas para protegerlas del frío, entre ellas la punción y el dolor volvían a sacarle un gemido provocado por él.

Le daba asco la cama, el caos en la habitación, ver su ropa interior aventada por el suelo y la botella de Whiskey medio vacía en el buró. Le enojaba no poder salir de allí, no poder arrancarse la piel para borrar su rastro foráneo ni poder caminar por el rancho con el cuello en alto. Le partía el corazón no poder amamantar a los mellizos que escuchó llorar durante la madrugada, no poder arrullarlos, cantarles y colocarlos de nuevo en sus cunas... no poder dormirse con ellos a su lado, protegerse los tres de su padre insaciable.

Pero lo que más le hervía la sangre, era saber que todo aquello había sucedido de nuevo por órdenes desde Washington.

-Shh... you'll wake her up.

María frunció el entrecejo y se hundió más en la cama... inglés, ya odiaba el idioma.

-B-But... today's her B-day. Daddy said so.

Alzó los párpados lentamente, le pesaban demasiado, y poco a poco las vocecitas inocentes fueron adquiriendo rostro.

-OH LOOK! She's waking up.

Una pequeña de piel bronceada, cabello lacio rubio y ojos dorados se inclinó sobre la cama con una sonrisa de oreja a oreja, California era hermosa... como hecha de oro; luego un niño blanco de cabellera oscura y medio larga hizo lo mismo, sus ojos también dorados y su sonrisa igual de grande. Nuevo México era menor que California, pero cargaba junto a su melliza rubia, trigueña y de mirada azul cielo, Arizona, un gran plato pesado con alguna especie de postre encima.

María fue cobrando consciencia, despertando poco a poco de su letargo y descubriendo que hasta Nevada y Colorado rodeaban también su lado de la cama, emocionados.

-HAPPY BIRTHDAY, MAMÁ!!- gritaron todos al unísono.

La mexicana se sentó en la cama de golpe y jaló las sábanas para cubrir su desnudez mientras cinco de sus hijos reían, brincaban y aplaudían frente a ella.

-Hicimos esto para ti- dijo New México, mientras asentaba el pastel sobre el buró, al lado de la botella de Whiskey.

-NOT TRUE!- gritó la niña de oro -¡Yo hice todo!

-But I helped too!- exclamó una voz más aguda mientras brincaba para sentarse en la cama. -¡Yo recogí los huevos del gallinero! California's a lier, mami.

México miró a Arizona sentada repentinamente a su lado... ella y Nuevo México apenas tenían seis años, pero ya comenzaban a pronunciar bien el español.

-And what about us?- preguntó Nevada mientras señalaba a su hermano menor Colorado y luego a ella misma. -Nosotros dimos... eh, the idea.

La risa de California inundó la habitación y luego revolvió el cabello castaño claro de su hermanita, provocándole molestia.

ONE SHOTS: AMÉRICA x MÉXICO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora