22 DE MAYO, 1942

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-But, miss!!

-¡Cállese! Llevo esperando más de media hora.

-You can not go in there!

-¡Yo puedo ir a donde se me hinche la gana!

-MISS!

María abrió la puerta de la oficina al final del pasillo y un par de ojos azules le devolvieron la mirada asombrada. Se aseguró de dar un portazo justo antes de que la secretaria entrara, posando ambas manos en su cintura.

-Voy contigo- habló sin apartar la vista de los ojos azules. -Entréname y le partiré la madre a Alemania.

-Wha... I am, uh...- balbuceó Alfred con un cigarrillo entre sus labios y las cejas alzadas.

-Si, bueno, eh... no tienes porqué ser tú exactamente, podría ser cualquiera de los aliados ¡Sí! No solo... no solo tú- agregó con un ligero sonrojo. -¡Como sea! El chiste es que me actualicen con la nueva tecnología bélica antes de ir a batalla porque el último rifle que usé fue en mi Revolución y esos chingados U-Bots son muy distintos a...

-Hold up right there, Mary!- exclamó Alfred poniéndose en pie. -U-Bots? ¿Qué tienen que ver contig...? I mean, what... my god, what are you even talking about?!

-¿Qué de que...? ¡¿Qué de qué estoy hablando?! ¡Estoy en estado de guerra, 'che gringo pendejo, contra el chingado alemán!

Alfred dio un traspié y apoyó sus manos sobre su escritorio para no caer de la impresión, pero María no le dio importancia a su reacción, solo avanzó hasta tomar el vaso de whiskey que reposaba junto al papeleo y se lo bebió de un trago como el Tequila. Sin hacer mueca alguna se dejó caer en el sillón de visitas, sobándose la cien y con los ojos cerrados. Alfred seguía sin reaccionar.

-Mi jefe lanzó un documento de protesta al Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia por el hundimiento de dos de mis buques petroleros ¿Los recuerdas? ¿El Potrero del Llano y El Faja de oro? ¿No? ¡Ay como sea! El chiste es que Suecia iba a hacerme el favor de hacerle llegar la protesta a Italia, Alemania y Japón porque debían indemnizarme los daños y acordar que no volverían a atacar unidades mexicanas. Sin embargo, las pinches Potencias del Eje no solo no respondieron durante el plazo establecido de una semana, sino que continuaron hundiendo más de mis buques petroleros.

María se apretó el puente de la nariz y dejó caer su cabeza contra el respaldo del sillón.

-Ya sabía que Ludwig iba a molestarse cuando decidí dejar de venderle petróleo para vendértelo a ti, pero que no mame ¡No era para hacer papilla mis buques! Con trabajo los consigo y ya me los chingaron, de veras se pasan... y bueno, de ahí se agarró mi jefe para declarar formalmente el estado de guerra.

Se puso de pie para tomar el cigarrillo encendido a medio caer de los labios de su vecino e inhaló, dándole la espalda mientras caminaba hacia una de las enormes ventanas de la oficina, en las calles de abajo la vida continuaba su calmo ritmo. María inspiró... tabaco, menta y ese toque sabor Alfred. Llenó sus pulmones para intentar calmarse.

-Ya sé que incauté unos cuantos barquitos del Eje en mis puertos, pero... pues ya les había advertido que se alejaran de mis costas porque yo no quería broncas ¡Y ahí van! ¡A pasearse por el Golfo, cómo no! Además, en las cartas que nos enviamos me salen con esas chingaderas fascistas y neo imperialistas ¿En qué momento se radicalizó tanto Lud? Que yo recuerde él no era así para nada... seguro me tiene un rencor guardado por el Telegrama Zimmerman ¡Pero no fue culpa mía! ¡Mejor que se lo eche en cara a Inglaterra el espía, a ver si tan macho!

Volvió a inhalar del cigarrillo y giró sobre sus talones, fijando sus ojos ansiosos con los ojos conmocionados de Alfred. Inspiró otra vez del tabaco y caminó hasta depositarlo en los labios de su petrificado dueño.

ONE SHOTS: AMÉRICA x MÉXICO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora