ONE SHOTS: AMÉRICA x MÉXICO.

WWII

Lanzó un suspiro en cuanto pudo dejarse caer sobre su sillón, relajó sus músculos y cerró los ojos al sentir una punzada en el tobillo. Se inclinó a verlo, aún le dolía mucho pero ya no sangraba tanto y la inflamación era menor.

-Pearl Harbor...- murmuró y empuñó una mano contra su muslo. -Japan... son of a bitch- Recordó cómo hacía dos semanas había despertado con un insufrible dolor en el pie, sangrando copiosamente y dando unos gritos tan fuertes que alertaron y preocuparon a su personal. El nipón lo había tomado totalmente por sorpresa.

Él ya sabía lo que había pasado, algo desde dentro se lo decía, pero aun así se sintió hervir de furia al ver las imágenes gubernamentales del suceso al día siguiente. Todos aquellos muertos, heridos... su infraestructura maltrecha y su flota del Pacífico dañada. Una sonrisa agria se le escapó de los labios al pensar que, por más destructivo que intentó ser Kiko, no pudo hundir a los verdaderos pesos pesados, como sus portaaviones, su central eléctrica, el astillero, los depósitos de combustible y torpedos, los muelles de submarinos y el edificio del cuartel general y de la sección de inteligencia.

Se tocó la herida por encima de sus vendajes y frunció el entrecejo, lo único que no entendía era porqué. Él había sido neutral hasta entonces, no lo interesaba mucho lo que pasaba en Europa... claro, ladeó su cabeza, había estado ayudando a Inglaterra en secreto, pero... alzó los hombros, no era excusa suficiente.

Brincó cuando escuchó unos golpes fuertes en su puerta, seguía un poco sensible. Se levantó del sillón y caminó con mucho trabajo hacia la entrada.

-I'm coming...- Se detuvo por un momento y sonrió. -That didn't sound good- Abrió la puerta y no pudo evitar sorprenderse. -Mexico?- Frente a él una castaña lo miraba molesta, con las manos firmes en su cintura y la respiración pesada. -What a surprise! How's it goin...? – Pero antes de que pudiera terminar su oración, una cachetada lo silenció. Él frunció el entrecejo y llevó su mano a su mejilla roja. -Ouch! What was that for?!

-¡¡Le declaraste la guerra a Japón!!- Se extrañó mucho al verla en ese estado, tan errática y frenética, parecía querer noquearlo con un golpe para después castigarlo en alguna selva o desierto, de lo más profundo y recóndito de México.

-After he attacked me- Susurró, un poco intimidado por la furia de la mexicana. Se inclinó con cuidado y, alzando su pantalón, le mostró su tobillo- ¿Apenas te enteras?

-¡¡Y ahora Alemania te declaró de la guerra!!

-Supongo que no le quedó otra opción...- Se revolvió el cabello y la notó temblar. -Are you cold? Acaba de nevar- Intentó acercarse, pero la chica lo apartó con un gesto de mano.

-¡¡Y te uniste a los Aliados!!

-Well... si peleas contra las Potencias del Eje- Sonrió al verla cerrar los ojos, inflar el pecho y ceñir con fuerza los puños; sabía que ella hacía eso cada que intentaba controlar su enojo. -... ¿En que otro bando puedes estar?

-Eso significa que... ¡¡¡Estás peleando en la puta Segunda Guerra Mundial!!!

-Ehh... supongo que uno puede concluir eso, yeah...- La mexicana observó al rubio con sabor agrio en la boca. Bufó, no podía creer que el muy gringo se tomara la situación tan tranquilamente. Lo tomó de la ojera y, jalándola, caminó hacia la casa -Ouch! Mary... you're hurting me!- Se mordió la lengua al darse cuenta de USA cojeaba tras de ella, no iba a insultar pero tampoco a aminorar su velocidad, si se abría más la herida, pues ya qué.

Lo escuchó gimotear tras de ella y rodó los ojos. Cuando llegó a la sala, lo aventó en un sillón y llevó sus manos a la cintura, parándose seria frente a él. Una pequeña sonrisa se le escapó al verlo sobándose la oreja roja... se merecía ese dolor y muchos otros. -What's your problem?