INSOPORTABLE - PARTE 1.

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Alfred se consideraba así mismo como entusiasta, emprendedor, fervoroso... apasionado incluso, extrovertido sin dudas. Y le encantaba abordar a distintos compañeros durante las convenciones, platicar con sus amigos en los foros mundiales para no aburrirse o, en su caso, aburrirse juntos.

La cosa era que no quedarse en silencio, era no pasar desprevenido, era siempre distraerse con algo, con alguien; incluso si aquella persona no lucía igual de entusiasmada como él. Ya era una constante en su vida, como cuando se tropezó con María en uno de los pasillos de la ONU.

-Sup, sweety!- exclamó con su habitual energía. -¿Lista para salvar el mundo hoy?

Su sonrisa brillaba como siempre, pero ella solo frunció el ceño y continuó acomodando las carpetas que se le resbalaban de las manos.

-Ando apurada, gringo- murmuró con tono firme, los informes en sus manos temblando ligeramente. -Y no puedes decirme "sweety" aquí, ya lo sabes.

-Sure thing! Pero primero, una pequeña broma para alegrar el día ¿Sabes por qué el superhéroe siempre está tranquilo en la ONU? Porque ¡Siempre tiene un plan de paz!

Él se rió solo, a carcajadas; ella suspiró profundamente y se marchó, sin decir una palabra más.

Metiendo las manos en sus bolsillos, Alfred continuó su camino tarareando Billie Jean hasta que pescó a Ludwig revisando informes meticulosamente con una expresión grave y concentrada en una sala de reuniones anexa a la Asamblea General.

Se acercó, sonriendo de oreja a oreja, dispuesto a ayudar como siempre.

-Germany! ¿Qué tal si dejas los informes y hacemos una carrera de velocidad para despejar la mente?

Ludwig levantó la vista, su ceño frunciéndose aún más.

-Amerika, tengo una reunión importante en diez minutos. Necesito estar preparado.

-C'mon! ¡Solo será un minuto! Una pequeña carrera por el pasillo!- insistió.

-Nein- sentenció. -Necesito enfocarme. Este es un asunto serio.

-Okaaay, okay. ¡Seriedad total! - Alfred hizo un saludo militar exagerado, provocando una ligera sonrisa en Ludwig antes de que volviera su atención a los informes.

Aquello dejó satisfecho a USA y continuó su camino, pasando su mirada por el accionar de cada persona, atento para abordarlos en sus prisas y salvarles el día.

Arthur estaba sentado en la cafetería, disfrutando de una taza de té y rápidamente Alfred se deslizó en la silla frente a él, casi derramando el té en el proceso.

-England! ¿Sabías que hay una nueva serie de detectives basada en Londres? ¡Debes verla!

Arthur suspiró, colocando su taza cuidadosamente sobre la mesa y limpiando lo derramado con un tic en el ojo izquierdo.

-Estoy tratando de disfrutar de un momento de paz, brat. No todos los días son para hablar de series.

-Pero esta es genial, te encantaría ¡Tiene todos esos giros y misterios que te gustan!- Alfred siguió hablando, ignorando la mirada exasperada de su padre. -Además...

-¿Puedes por favor irte? Dejarme solo por unos minutos – interrumpió, tratando de mantener la calma.

-Oh. Sure, I just... uh, solo quería compartir eso contigo- respondió, bajando un poco la voz al tiempo que se levantaba. Arthur se permitió una sonrisa cansada. -See you, later... I guess.

USA volvió a meter sus manos a los bolsillos y retomó su camino, ahora con la sonrisa menos extendida por su rostro mientras cruzaba entre animadas conversaciones de delegados europeos, hasta que una voz en particular le llamó la atención.

ONE SHOTS: AMÉRICA x MÉXICO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora