Dos estrellas

1.4K 122 4
                                    


- Nombre precioso, para una mujer preciosa- dijo él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Nombre precioso, para una mujer preciosa- dijo él.

Le di una sonrisa, mostrándome agradecida con su alago. Giré la cara para ver a mi hermana.

- ¿Nos vamos a casa?- le pedí- antes, podríamos pasarnos a por una pizza, en el campamento no nos daban una comida muy buena- mencioné, mientras recordaba aquellas bolsas, las cuales en su interior tenían una especie de puré, cada día la misma textura, pero con diferente sabor.

- Bien- dijo Elena- no había nada para cenar-.

- Lo supuse, pongámonos en marcha-.

Damon subió en el asiento del conductor, puesto que, mi hermana se negaba, rotundamente, a separarse de mí.

- Sabes, hasta hace pocas horas, no sabía que Elena tenía una hermana mayor- soltó Damon de la nada - me sorprendí-.

- No le gusta presumir- solté graciosa.

Damon se rio, cosa que me hizo clasificarlo como el hombre más sexy que había visto. Elena me miró apenada.

- De hecho- dijo casi sin voz- estaba tan enojada contigo, que ni siquiera me gustaba recordar que eras mi hermana-.

Eso sí que fue un golpe bajo, ¿Jeremy pensaba igual?.

- Oh- dije - yo también me fui decepcionada con vosotros, aun así, no dejasteis de ser mis hermanos- solté ligeramente ofendida- pero bueno, lo comprendo, no sois lo suficientemente maduros para afrontar una situación así- le dije calmada.

Damon miró por el espejo retrovisor, vi la chispa de diversión de sus ojos. (¡Le estaba causando gracia!) no era tan perfecto después de todo.

- Bueno, no sé que esperabas- Elena se separó- nuestros padres habían muerto y tú nos ibas a dejar- respondió, en tono burlesco.

-Iba a trabajar- le dije con toda la tranquilidad del universo- para la herencia que papa y mama dejarán, no se fuera en los gastos de la casa, y guardarlo para cuando vosotros, cachorritos, vayas a la universidad-.

Elena me miró arrepentida, como si nunca hubiera pensado que esa fuera la razón. Se volvió a apoyar en mí, sin decirme palabra.

Llegamos a la pizzería, Elena bajó, dejándome en el coche con el hombre de ojos azules.

- Maia, nombre de una estrella- dijo Damon dándose la vuelta para poder verme- el nombre más original de los tres hermanos Gilbert, ¿Por qué?-.

- Sencillo, no me lo pusieron ellos- comenté, haciendo que él me mirara sorprendido- soy adoptada, ya venía con los nombres-.

-¿Nombres?- preguntó él.

- Maia Konstantinova Gilbert- le dije.

- Nombre de dos estrellas, precioso- me sonrío.

Arma de Fuego- Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora