Caldo, pollo encogido

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- ¡Niña! - me grito Alaric, mientras cerraba la puerta de la entrada.
-¡En la cocina!- contesté a los gritos también.
El hombre apareció segundos después con una bolsa en la mano, en ella se veían unas botellas de refrescos y una de vino, cuando vi esta última sonreí. Alaric guardó las dos primeras botellas en el frigorífico, para después buscar entre los cajones el sacacorchos, cuando lo encontró sirvió dos copas de vino y me pasó una.
-Gracias- dije yo con una sonrisa- puedo preguntar a qué se debe esto- dije mientras alzaba una ceja- siento que me vas a chantajear- él sonrió con inocencia.
-Te molesta que me lleve de viaje a Elena. Es solo una pequeña escapada por una ciudad cercana- me sorprendió, a ver, sabía que quería algo, pero no me esperaba eso.
-Ehh, ¿sí?- respondí dudosa- si está contigo me da realmente igual, confío en tu criterio- le dije mientras pegaba un sorbo del exquisito vino.
Ambos paramos la conversación cuando oímos unos pasos que se dirigían a nosotros, tengo que admitir que Alaric tiene un buen sexto sentido, como si fuera un cazador. La duda de que el fuera también un vampiro paso por mi cabeza, tenía ese extraño anillo, pero no sé parecía a la piedra que llevaba Damon.
-Buenos días estrellitas, el mundo les dice hola- dijo Chris mientras entraba en la cocina, interrumpiendo mis deducciones.
-Christopher, son las seis de la tarde- le dije yo, con una molestia camuflada de sarcasmo, que Ric pueda ser también un vampiro no me hacía mucha gracia, parece que el mundo sobrenatural asecha de cerca a esta familia.
-Buenas tardes estrellitas, el mundo les dice hola- rectifico él, mientras daba una especie de vuelta de bailarina de ballet. Busqué otra copa de vino y le serví.
-Joder, qué buen servicio - dijo él, recibido la bebida.
Él enseguida notó mi humor, me miró extrañado, pero lo disimuló hablando con Ric sobre el clima, el cual era absolutamente soleado.
Tomé otro sorbo. El Lapislázuli era la piedra que tenía Damon, él se lo había mencionado en una de sus conversaciones, la de Ric no parecía ser la misma. Entonces quedaba descartado que fuera un vampiro, ¿Pero y si era otra cosa? Había brujas y hombres lobo, tal vez Ric era uno de estos.
-¿A dónde te llevarás a Elena exactamente?- interrumpí abruptamente la conversación de ambos hombres. Chris alzó una ceja extrañado, después de esto me vendría una ronda de preguntas. -Ehh- Dudó él - por aquí cerca, no muy lejos, quédate tranquila -.
-¿Pero dónde es aquí cerca, Ric?- insistí.
-Conduciremos sin rumbo Nova, solo quiero pasar un momento con ella, - dijo él, en tono calmado. Por un segundo le creí, hasta que me fijé en sus ojos, los movió hacia la derecha, mentía.
Chris también se percató de esto, arrugó ligeramente su entrecejo. -Hermano, si sabes con qué tipo de personas estás hablando, ¿No?- le dijo Chris, semi percatándose de lo que sucedía y dándome su apoyo, como siempre hacía.
- ¿Perdón?- dijo él interrogado, ligeramente aturdido.
- La próxima vez que quieras mentir, mira hacia la izquierda- le contestó el rubio con simpleza.
- Te lo repetiré otra vez, ¿Dónde vas con Elena?- le dije yo, con un tono serio y rostro enojado.
- No lo sé, ella me pidió mi ayuda. No tengo ni idea de a dónde vamos- esta vez no mentía- quiere ver a su novio, ella sabe cómo te pondrías si te enterabas, me pidió que te pidiera permiso-.
- Bien, podéis ir en busca del patético Stuart- contesté.
- pero, ...- Christopher me interrumpió. -¿No se llamaba Estéfano?- lo miré mal
- perdón- dijo cómo niño regañado.
- Como decía. No le digas a Elena que yo sé- Ric asintió, se movió dispuesto a irse, pero antes de que lo hiciera interviene- Pensaba que nos teníamos confianza Ric, que cubras una niñería me parece ridículo- le dije yo, decepcionada y molesta.
Él simplemente suspiró y me dio una sonrisa leve y se dirigió hacia la salida, segundos después escuchamos la puerta de la entrada cerrarse.
- Ehh, contexto, plis- me pidió un muy confuso Chris.
Simplemente, lo miré cansada, pase mis manos por mi cara y masajee mi cien.
- El único contexto que tengo es Elena- dije yo- una Elena que me está colmando la paciencia-.
-Es una adolescente la cual ha perdido a mucha gente, ya se le pasará y madurará- me dijo él, intentando tranquilizarme.
Si tan solo supiera que no es solo eso, que había un mundo sobrenatural que le acechaba.
- Gracias, Chris, no sé qué haría sin ti- le abracé.
-Adoptar a un pájaro terapeuta- dijo él, mientras veía a Oona volar hasta nosotros.
Ella se posó en mi hombro, no sin antes darle un picotazo a Chris en la oreja, no se llevaban muy bien.
- La próxima te hago caldo, pollo encogido- le amenazó.
- Estás amenazando a un pájaro Christopher- dije yo, incrédula- sabía que estar en la milicia nos dejaría tocaditos de la cabeza, pero esto ya es pasarse-.
-Ja, ja, ja- rio falsamente - sabes que esa rata con alas me odia-.
- Estás enfermo- agarré al pajarito con las dos manos- pero si es un ser de luz, a que si reina- le hable de forma adorable.
- Lo único que me impide meterla en el horno es que te ayuda con las pesadillas- dijo él.
Era verdad, desde que ella estaba aquí no había vuelto a soñar con Samantha.
- Perdón, no quería recordártela- dijo él al ver mi cara.
- Está bien, en algún momento tendré que superarlo- me encogí de hombros. -Fue tu primera novia, nunca la vas a olvidar-.
-Lo sé, pero dejará de doler- hice una mueca- dejemos de hablar de esto- cambié de tema- ¿me explicas por qué te suspendieron por un año?, ¡Un jodido año!- dije yo.
-¿Cómo lo sabes?- dijo asustado. -Dereck me llamó cuando se enteró de que estabas aquí, ¡Me dijiste que estabas de vacaciones!- le reclamé.
- Le llamé inútil al comandante, después de que me regañara por tener una pelea con un cadete que casi viola a una civil- me contestó serio- no me arrepiento de nada-.
Me calmé- eres un buen hombre Clearwater, un héroe- le besé la mejilla, ese era Christopher Clearwater, el mejor hombre que podrás conocer- te amo-.
-Te amo- me beso la coronilla

Arma de Fuego- Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora