Señor Vampiro, Señorita Estrellita

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Perdón por haceros esperar. Espero que os guste el capítulo.

Bueno, era todo bastante sorpresivo, ella creía que los vampiros se transformaban con una mordida, pero lo de la sangre era más original

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Bueno, era todo bastante sorpresivo, ella creía que los vampiros se transformaban con una mordida, pero lo de la sangre era más original.

Su café se había terminado, y sin preguntarle nada al pelinegro, se levantó y fue hasta la barra. El hombre, como era de esperarse, la siguió hasta allí.

-Una copa de vino tinto, por favor- le pidió amablemente al cantinero.

-Yo quiero un Bourbon- pido su bebida favorita, el ojiazul.

Ellos dos se quedaron unos largos minutos en silencio, el cual era ligeramente incómodo, pero soportable.

-Deduzco que tu hermano también es un vampiro, ¿no?- le dijo ella, recibió un asentimiento de confirmación por parte de su acompañante- y mi hermana al salir con él se vio envuelta en todo este jaleo- dedujo con un suspiro.

-Bueno, digamos que fue algo así, sí- ella lo miró con una ceja alzada- ¿qué? Vamos, no esperes que no me quede con una parte del secreto reservado para mí. Es que si no, no sería mi estilo- ella solamente suspiró, si algo había aprendido en ese corto mes de Damon, era a conservar el estilo.

Le pego un trago al vino, no tenía más preguntas, de hecho su cabeza iba a mil por hora tratando de procesar toda la información que había obtenido en esa media hora. Era todo completamente ilógico, y pensar que ella creía haber visto todo en esa vida, la muerte, la injusticia, la avaricia, la tristeza, la alegría, el amor... Todo eso le proporciono una cachetada de realidad, ella no había visto nada de lo que en verdad era la vida, solo tenía veintidós años, bueno, casi veintitrés, y continuaba siendo una joven ingenua, una estúpida a su parecer. Reconocía que podía tener un poco más de percepción que otras personas, pero, aun así, le quedaban millas por experimentar y eso se lo había recordado.

Sintió la mirada de Damon a su costado, cosa que hizo que se girara a mirarlo, estuvieron unos segundos con sus ojos conectados, hasta que él decidió hablar.

-Sé que va a sonar raro lo que voy a decirte- dijo el pelinegro- pero, lo lamento-.

Ella lo miró sorprendida, sabía que el guapísimo Damon Salvatore nunca se disculpaba. Aunque ella parecía ser la excepción a la regla, ya que le había pedido disculpas más de una vez. No sabía que tenía de especial, agradecía que la tratara de ese modo.

-Te perdono, supongo- dijo ella- tampoco es como si fuera a reclamarte o algo por el estilo, mucho menos sabiendo que me puedes dejar como una pasa- se encogió de hombros- eso si, no entiendo por qué querías matarme- le mencionó mientras tomaba un poco de su vino.

Damon la analizó bien, sus ojos azules miraban con intriga a los suyos marrones, fueron unos largos segundos, hasta que el vampiro decidió desviar la mirada, quebrando la conexión.

-No me conoces- le dijo él, mientras ponía una sonrisa irónica en su rostro- todos aquí saben que solo lo hago por diversión-.

No le creía, tal vez le estaba entrando la locura, cosa normal después de toda la información obtenida, o todo su adiestramiento en la milicia le estaban ayudando, pero sabía que mentía. Lo había estado analizando, era algo automático que hacia ella, y se había dado cuenta de que era un hombre bastante incomprendido y con heridas sin sanar. Por eso no consideraba que lo hiciera por diversión, de hecho deducía que las personas que lo rodeaban le habían otorgado ese papel.

-No pienso que sea así- se sinceró ella.

-Reitero lo dicho anteriormente, no me conoces- dijo el hombre, burlón.

-Si lo hago- le contestó ella- tal vez una mínima parte, pero si te conozco-.

-Pues no lo suficiente- soltó él.

-Bien- dijo ella mientras se ponía en pie y estiraba su mano- Maia Gilbert, un placer conocerlo, Señor Vampiro Salvatore- él la miró anonadado, pera luego sonreír y seguirle el juego.

-El placer es mío, Señorita Estrellita Gilbert- contestó mientras tomaba su mano.


He tardado en subir capítulo por los estudios, quien decía que estudiar comercio no era tan fácil

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He tardado en subir capítulo por los estudios, quien decía que estudiar comercio no era tan fácil.

Bien, bien, a lo que os interesa. Chris está cerca, él va a ser uno de los personajes que más amaréis, de eso no tengo duda alguna. Será el mayor apoyo de la protagonista, al igual que ella, el de él. En serio, lo amaréis más que a Nik, y eso ya es decir mucho.

Hasta aquí mi reporte.

Besitossss

Arma de Fuego- Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora